Evolución
Bill Gates, cofundador de Microsoft, mete miedo con la IA: "Ninguno de nosotros estamos preparados para ello"
El uso de inteligencia artificial en el ámbito de la salud o la educación puede reportar grandes ventajas, si bien la cautela ha de estar presente en la evolución de una herramienta de su potencial
A la hora de analizar las implicaciones que puede comportar una nueva tecnología como la inteligencia artificial, resulta lógico hacerlo de manera objetiva y razonada, pensando en pros y contras. Como cuando se toma cualquier otra decisión en la vida, al fin y al cabo.
Esto se debería esperar también de las grandes mentes pensantes de nuestro tiempo, y es algo con lo que exponentes de la talla de Bill Gates cumplen de manera pulcra. De hecho, el hombre que levantó el imperio de Microsoft junto a Paul Allen en 1975 y que ahora se encuentra lejos de la primera línea empresarial, sigue contando con la invitación de los medios para analizar el panorama futuro de un mundo para el que su experiencia resulta crucial.
Y si hay un área que centra las miradas hoy en día, esa es la inteligencia artificial, a la que Bill Gates ve como una fuerza transformadora para las generaciones futuras, especialmente en el ámbito de la educación, el trabajo y la calidad de vida. Eso sí, sin obviar el potencial riesgo que puede esconderse detrás de algo que no deja de ser nuevo para todo el mundo y sobre el que algunos expertos han alertado en los últimos días.
La inteligencia artificial llega más rápido que la preparación para manejarla
El magnate y filántropo participó en el programa CBS Mornings, de la cadena de televisión estadounidense CBS. En él, repasó diferentes aspectos de su momento actual y de cómo encara el futuro. En el horizonte y fruto de ese sentimiento irracional de conectar con la innovación, Gates ve el potencial de la inteligencia artificial, si bien no quiere que quienes se encargan de su progreso ignoren nada en el camino: "En cierto sentido, será tan novedoso que ninguno de nosotros está preparado. Pero algunos aspectos son increíblemente positivos", señaló durante su intervención.
Bill Gates hacía referencia entre otras cuestiones a las pruebas que ha visto en primera persona en el ámbito de la educación, en la que la colaboración del asistente de enseñanza con inteligencia artificial Khanmigo, de la ONG Khan Academy, se emplea por parte de algunos miembros del profesorado del área de matemáticas en Nueva Jersey.
Para Gates, el hecho de que los jóvenes en sus primeras etapas de formación tengan la oportunidad de contar con una "herramienta muy empoderadora" como la inteligencia artificial no será sinónimo de que todos ellos dediquen su futuro a investigar con ella o a elegir una carrera en la que la IA sea el centro: "Los niños elegirán lo que les interesa. No todos tienen que ser científicos de IA", señaló durante su intervención.
Herramienta para abrir caminos y ofrecer más opciones
Si hay algo que tiene claro el multimillonario es que la inteligencia artificial no debe dictar las trayectorias profesionales; los niños seguirán desarrollando sus caminos basándose en sus intereses únicos. Con ello, Gates deja claro que deberíamos estar ante un apoyo en fases importantes de la educación, pero también ante un elemento que abra opciones y oportunidades, sin excluir ni obligar.
Frente a quienes consideran que la inteligencia artificial puede terminar con la motivación, el punto de vista de Bill Gates es diametralmente opuesto. Bajo su perspectiva, lo que hará la inteligencia artificial es justo lo contrario: ofrecer una alternativa que concederá más tiempo y libertad para que cada individuo explote sus verdaderas pasiones: "Bueno, eso se llama el problema de la 'vergüenza de la riqueza': no habrá que trabajar tantas horas como hoy", destacó Gates.
Así pues, en la reflexión de toda una figura como Bill Gates traslucen diferentes aspectos; pese a que la inteligencia artificial sea una herramienta reciente y con un potencial difícil de delimitar, sus aplicaciones en ámbitos ligados al bienestar social deberían de primar ante sus potenciales riesgos.