Redes sociales
Los jóvenes eligen Snapchat porque los padres no lo usan
Los mensajes enviados con esta aplicación desaparecen entre uno y diez segundos después de ser vistos por el destinatario
Snapchat ya es la red preferida entre los adolescentes por delante de Facebook o Instagram y, a su vez, es la gran desconocida para la mayoría de adultos.
Snapchat nació al albor del éxito de Whatsapp. Las funcionalidades son similares pero Snapchat tiene una peculiaridad: sus mensajes se borran del dispositivo del destinatario y del servidor entre uno y 10 segundos después de haber sido vistos. Su uso ha ido creciendo de la misma manera que su popularidad. En un instituto de Florida se grabó un vídeo de contenido sexual que se difundió por Snapchat; Kim Kardashian hizo un «snap» (nombre que reciben los mensajes enviados por la aplicación) para mostrar su prueba de embarazo y algunos de los candidatos a las presidenciales de Estados Unidos hacen campaña mediante esta aplicación. No es el primero ni el último caso en que una acción comienza y termina en Snapchat. Cada día se visualizan diez billones de vídeos mediante esta aplicación.
Snapchat ya es la red preferida entre los adolescentes por delante de Facebook o Instagram y, a su vez, es la gran desconocida para la mayoría de adultos. Los motivos: «Es de difícil acceso, poco intuitiva, tiene un funcionamiento bastante diferente y los adultos se pierden», explica Mireia Montaña, profesora de Ciencias de la Comunicación y la Información de la UOC. Esto hace que con Snapchat «los padres lo tengan más difícil para ver qué hacen sus hijos» y, al mismo tiempo, para los hijos, «que los padres no estén presentes en esta aplicación es un aliciente más para utilizarla», afirma la experta.
«Esta aplicación les permite alejarse de quien no pertenece a su generación», explica Montaña. «Muchos adolescentes se sienten vigilados cuando deben aceptar a sus padres como “amigos” de Facebook; en cambio, en Snapchat se sienten más libres para mostrarse tal y como son», afirma. Las estadísticas muestran este descenso: en el año 2014, el 80% de los jóvenes de 12 a 24 años utilizaba Facebook; en 2016 ha caído hasta el 68%.
Según una investigación de Global Web Index, el 45% de estos navegantes jóvenes afirman que se aburren en Facebook y consideran que la red ya no es tan «fresca» como antes. En este tiempo, Snapchat se ha posicionado por el 72% de los adolescentes como su red preferida. La caducidad de la información en Snapchat es vista como un problema por los adultos, pero para los jóvenes es «un aliciente para mostrar contenidos más atrevidos», afirma Sílvia Martínez, directora del máster en Social Media Management de la UOC.
Martínez añade que «se sienten amparados por la fugacidad de los contenidos y esto les genera una falsa sensación de seguridad», lo que provoca que muchos jóvenes acaben compartiendo contenidos de tipo sexual o sensual, afirman las expertas. Los contenidos se envían mediante snaps o historias, los primeros «se borran después de ser visualizados o expiran una vez ha pasado el tiempo que el emisor decide» y los otros «forman parte del perfil del usuario pero tienen una duración máxima de 24 horas».
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