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Campanadas

Pedroche y Chicote, diez años en la Puerta del Sol

La pareja televisiva repite al frente del evento más esperado del año, que se emitirá por Antena 3, atresplayer y laSexta

Pedroche y Chicote, diez años en la Puerta del Sol Atresmedia

Pocas tradiciones televisivas han calado tan hondo como ver a Cristina Pedroche y Alberto Chicote comerse las uvas desde la Puerta del Sol. Una imagen que, año tras año, se ha convertido en el pistoletazo emocional de entrada al nuevo año para millones de hogares en España. Este 31 de diciembre, ambos presentadores volverán a estar al frente de las Campanadas de Atresmedia… y no será una noche cualquiera: celebran diez años de retransmisiones conjuntas.

Lo harán, además, por primera vez de forma simultánea en Antena 3, laSexta y atresplayer, un despliegue técnico que no solo garantiza mayor alcance, sino que simboliza el peso que este evento tiene dentro de la estrategia del grupo. A diferencia de otras cadenas, donde la continuidad de presentadores ha sido intermitente, Atresmedia ha convertido a esta pareja en su marca de identidad para la última noche del año.

Cristina Pedroche, que cumpledoce retransmisiones consecutivas —las dos primeras en solitario—, no oculta su emoción: “Es un honor inmenso que vuelvan a elegirme. Este año siento que completo un ciclo: doce años, como las doce uvas, como los doce deseos”. Y como cada año, la expectación está servida: no solo por el vestido, que ya es un fenómeno viral anticipado, sino también por la puesta en escena, siempre envuelta en sorpresa.

Por su parte, Chicote, más discreto pero igual de entregado, celebra el hito con palabras sencillas: “Lo afronto con la misma ilusión del primero. Poder compartir este momento, una vez más, es un privilegio absoluto”. Para él, ese instante mágico de desear Feliz Año Nuevo en directo sigue siendo especial, tanto como el propio ritual de preparación en el set.

La dupla no estará sola. Este año, Santiago Segura será el invitado especial que los acompañará en la Puerta del Sol. El actor y director de algunas de las películas más taquilleras del cine español promete aportar su humor y su experiencia a una noche ya de por sí impredecible.

La elección no es casual. Segura es una figura cercana, popular, transversal. Su incorporación subraya la apuesta de Atresmedia por combinar espectáculo, cercanía y prestigio en un momento que trasciende lo televisivo. Las Campanadas no son solo un evento, sino un ritual colectivo. Y los presentadores, lejos de ser meros conductores, se convierten en anfitriones de un país entero.

El liderazgo de Atresmedia en esta cita es indiscutible. En la última Nochevieja, la señal de Antena 3 —con Pedroche y Chicote al frente— fue la más vista, con un 28,1 % de cuota de pantalla y más de 4,3 millones de espectadores de media. El minuto de las Campanadas llegó a congregar a casi 6 millones, siendo lo más visto de toda la noche. Un éxito que no solo es de audiencia: las marcas publicitarias consideran este momento como uno de los espacios más codiciados del año.

Esa combinación de emoción, espectáculo y retorno comercial ha convertido a las Campanadas de Atresmedia en un producto premium. Desde hace una década, la cadena privada ha sabido construir una alternativa sólida, elegante y, sobre todo, reconocible. Mientras otras cadenas han apostado por la rotación o por fichajes con gancho mediático, Pedroche y Chicote han forjado una complicidad que va más allá de lo anecdótico: son ya parte del paisaje emocional de millones de españoles.

Esta décima edición será también una celebración del formato. El grupo de comunicación prepara una producción de gran formato, con una realización cuidada y un equipo técnico volcado para que cada detalle, cada plano, cada sonido estén a la altura de una noche que no se puede repetir.

“Será un año grande. Muy grande. Que cada uno lo interprete como quiera”, ha dicho Pedroche, dejando —una vez más— una frase que alimenta la intriga sobre qué ocurrirá ese 31 de diciembre. Chicote, más pragmático, recuerda el valor de lo compartido: “No hay rituales. Solo ganas de vivirlo intensamente, con todos los que están al otro lado”.

Y quizá ahí radica el secreto del éxito. En la emoción sincera. En la sensación de que, al otro lado de la pantalla, hay dos personas celebrando contigo, no para ti. Un encuentro anual que empezó como una apuesta valiente y que hoy, una década después, es ya una tradición nacional con nombre propio.