Las revistas «Interviú» y «Tiempo» echan el cierre

El Grupo ZETA, editora de las dos publicaciones en papel, las cancela por la «imposibilidad de seguir sosteniendo durante más tiempo las importantes pérdidas» de ambas cabeceras.

Sorpresa entre los medios de comunicación cuando ayer el Grupo Zeta informó en un comunicado de que va a prescindir de dos de sus cabeceras más emblemáticas: las semanales «Interviú» y «Tiempo». Según aclaran, «el descenso de la difusión y de los ingresos de publicidad» han ido mermando la viabilidad de ambos proyectos, englobados en un proyecto común, ediciones Zeta, que «en los últimos cinco años» ha tenido pérdidas «de siete millones de euros y una caída en la difusión ordinaria en torno al 65%, que llega al 80%» en los últimos diez años. Por ello han decidido prescindir de dos de las revistas que eran referente en el periodismo español, una en los años 70 y otra en los 80, gracias a sus reportajes de investigación y sus firmas. En el caso de «Interviú», por haber dado visibilidad al «destape» que experimentó España en la Transición, y que viene representada por los cientos de desnudos de famosas que protagonizaron sus portadas.

Seguirán en web

Según el comunicado, el grupo editorial que fundó Antonio Asensio en 1976 y que ahora preside su hijo, está enfocando sus esfuerzos en la «transformación digital» como el resto de publicaciones españolas, y para ello en 2017 vendió su división editorial Ediciones B a Penguin Random House y refinanció su deuda bancaria con el objetivo de «optimizar sus recursos y volcarse en la potenciación de los activos periodísticos del futuro». Así, el futuro inmediato de «Interviú» será desaparecer en edición papel, pero manteniendo abierta su página web, «para los usuarios que deseen acudir a ella como uno de los fondos documentales periodísticos más importantes de este país de los últimos 40 años». Y es que hay que recordar la revolución que supuso el lanzamiento el 22 de mayo de 1976 de la publicación, que por un lado intentaba ser referente informativo en periodismo de investigación con entrevistas únicas, como la de Adolfo Suárez, reportajes de la España negra de los años 80, como las fotos del asesinato de los marqueses de Urquijo, o los escándalos del GAL en los 90. En el otro lado si sitúa la polvareda que levantó su estrategia de ofrecer en portada y en páginas interiores a famosas desnudas o ligeras de ropa. Así, el 2 de septiembre de 1976 llegaría una de sus portadas más recordadas, el mítico posado de Marisol, que reeditaron en su 40º aniversario, a la que siguieron grandes nombres como Bibiana Fernández, Isabel Pantoja, Rocío Jurado, Sabrina Salerno, Samantha Fox, Ana Obregón o Marta Sánchez –la cantante batió todos los récords, vendiendo más de un millón de ejemplares–, y «robados» como los de Lola Flores, Estefanía de Mónaco o la Duquesa de Alba.

Por su parte la revista «Tiempo», que apareció en 1982 como un suplemento político de «Interviú», bajo la dirección de Julián Lago, pronto se independizó y con José Oneto al cargo amplió sus secciones y se especializó en reportajes de crónica social, con especial atención a los temas económicos. Para su futuro inmediato, el grupo Zeta opta por el cierre de la edición de papel, pero manteniendo la versión digital.

La única entrevista concedida por la Reina Sofía

La Reina Sofía siempre ha mantenido una exquisita relación con los medios de comunicación, pero en contadísimas ocaciones ha hecho declaraciones exclusivas. La única entrevista oficial realizada por la prensa escrita la consiguió «Tiempo». El 16 de junio de 1986, la Reina Sofía eligió esta revista para conceder su primera y única entrevista a una publicación española, un documento excepcional en el que la Reina mostró la sencillez y sinceridad que siempre ha caracterizado su personalisad. La entrevista fue realizada en el palacio de La Zarzuela por el director en aquellas fechas de la publicación, Julián Lago. Su Majestad le recibió en el palacio de La Zarzuela el 4 de junio. Según escribía en la entradilla, «sentada en su antedespacho, su Majestad cruza las manos y habla pausadamente. Sobriamente maquillada, viste con serena sencillez».