Contaminación ambiental

La contaminación de las ciudades adelanta la capacidad de reproducción de las aves

Científicos del Instituto Max Planck para la Ornitología en Radolfzell, Alemania, han descubierto que los mirlos europeos (Turdus merula) expuestos a la luz de las ciudades por la noche están listos para reproducirse antes que sus primos rurales al desarrollar antes su sistema reproductivo: aumentan antes los niveles de su testosterona y sus testículos maduran más temprano, además de que comienzan a cantar antes y mudar más temprano el plumaje. Por lo tanto, la contaminación lumínica de las ciudades puede ejercer una gran influencia en el ritmo estacional de los animales urbanos.

Para muchas especies, el cambio estacional en la duración del día es una de las señales ambientales más importantes en el control de los ritmos diurnos (por ejemplo, los ciclos de sueño y vigilia) y las estacionales (por ejemplo, la temporada de cría). Los animales que habitan en las ciudades no sólo se exponen a la luz natural sino también experimentan niveles extremos de iluminación como resultado de la luz artificial, según destacan los autores de esta investigación, publicada en 'Proceedings of the Royal Society B'.

Para conocer el efecto de la luz artificial en la organización del día y los períodos estacionales de los animales urbanos, un grupo de científicos del Instituto Max Planck analizó primero las intensidades medias de luz a las que se exponen las aves durante la noche y descubrieron que fueron muy bajas, de 0,2 lux o lúmenes por metro cuadrado, el equivalente a una trigésima parte de la luz procedente de una farola de la calle, según Jesko Partecke, uno de los investigadores.

Comparando mirlos de la ciudad con sus homólogos forestales durante un período de diez meses, los ornitólogos descubrieron que las gónadas de las aves aumentaron en promedio de casi un mes antes en las aves de la ciudad que las de los animales que dormían en la oscuridad, explica Partecke. Los científicos también midieron los niveles de testosterona en la sangre y detectaron que el nivel aumentó más temprano si las aves habían sido expuestas a la luz en la noche.

Además, la actividad de cantar también se adelantó: los animales comenzaron a cantar alrededor de una hora antes. "Todo esto indica que, desde una perspectiva temporal, los animales están listos para reproducirse antes. Sin embargo, los animales que viven con luz nocturna no sólo exhiben un inicio avanzado de cría, también mudan hacia el final de la temporada de cría mucho antes que los pájaros que pasan sus noches en la oscuridad", añade Partecke, para quien estos resultados son una "clara evidencia"de que la luz artificial puede cambiar "dramáticamente"la organización temporal de los animales salvajes.

Los científicos creen que podría deberse a que la luz artificial durante la noche tiene el efecto de extender la longitud de los días para los animales o que la luz hace que las aves continúen la caza de comida por la noche y añadan energía adicional a la reproducción. Del mismo modo, la luz también puede influir en el metabolismo de los animales y la alteración del mismo es posible que cause el crecimiento anterior de las gónadas, según los autores, que subrayan también que las aves son más activas durante el día si se exponen a la luz en la noche.