Infraestructuras ferroviarias
España sobre raíles
La red de conexiones ferroviarias se amplía durante el verano para adaptarse a las necesidades del viajero. Pero el vagón también puede ser un destino en sí mismo gracias a los trenes turísticos.
La red de conexiones ferroviarias se amplía durante el verano para adaptarse a las necesidades del viajero. Pero el vagón también puede ser un destino en sí mismo gracias a los trenes turísticos.
Cuando llega el verano, España se llena de alternativas para viajar y disfrutar del tiempo al aire libre... Hay muchas excusas para hacer la maleta y escaparse casi a cualquier rincón de la geografía nacional. Desde San Fermín, hasta la Feria de Málaga, pasando por la Semana Negra de Gijón, las Semanas Grandes de las tres capitales vascas o el descenso del Sella... Sin olvidar la opción de descubrir las infinitas playas de Huelva, la escarpada costa catalana o el amable litoral mediterráneo...
España tiene mucho que ofrecer y cualquier elección resulta un acierto, pues la diversión está asegurada tanto si viajamos con niños como si lo hacemos en familia o con amigos... En cualquier caso, lo mejor es optar por la comodidad de viajar en tren, en cómodos trayectos con todos los servicios necesarios para convertir el recorrido en una confortable aventura. Y eso es lo que ofrece precisamente Renfe, que durante el verano refuerza su oferta para adaptarse a las necesidades del viajero más exigente.
Programación ampliada
En Andalucía las relaciones Madrid-Cádiz y Madrid-Huelva, así como los trenes Ave que prestan servicio con Cataluña, cuentan con una programación especial, ampliada, durante el periodo estiva, sin olvidar la doble composición de los trenes que unen Madrid y Málaga durante los fines de semana y festivos. Rumbo al este también se amplían las conexiones entre Barcelona y París con una cuarta frecuencia por sentido al día gracias a la cooperación Renfe-SNCF. Además, se refuerzan los servicios de Rodalies hacia las zonas costeras como el Maresme o el Garraf los fines de semana y festivos.
Asturias, Cantabria, Galicia y País Vasco son un destino privilegiado en verano, pues sorprenden al viajero con playas, naturaleza, excelente gastronomía y mucha vida cultural, gracias a sus numerosas fiestas locales que también están arropadas por un completo servicio ferroviario. Es el caso, en Asturias, del Tren Negro, durante la Semana Negra de Gijón; el tren de la Fiesta de la sidra de Nava (7 y 8 de julio; el tren de la Fiesta de El Carmín (Pola de Siero, 23 y 24 de julio), los trenes especiales durante la noche de los Fuegos de Gijón (14-15 agosto) o el tren de las piraguas (para el descenso del Sella, 4 de agosto). Por su parte, en el País Vasco habrá trenes especiales nocturnos de Cercanías para todas las noches durante las fiestas de Donostia-San Sebastián y Bilbao, mientras que en Galicia no faltarán los trenes especiales de la Fiesta del Agua de Vilagarcía (en agosto).
Pero además de ir en busca de las fiestas locales de cada región, los trenes pueden convertirse en un destino en sí mismos. Es el caso de los trenes turísticos que Renfe Operadora comercializa. Para descubrir Galicia este verano, las opciones son muy variadas, ya que es posible realizar una parte del Camino de Santiago sobre raíles gracias al Tren del Peregrino, que cuenta con varios viajes de cinco días. Este tren parte de Madrid y llega a Santiago de Compostela circulando por el camino portugués. Además, por Galicia también circulan durante el verano los trenes turísticos que invitan al viajero a descubrir las rutas más especiales de esta región, aunque hay novedades como la Ruta del Vino de la Ribeira Sacra (Río Miño) y la Ruta de los Monasterios, que se estrenan esta temporada estival.
Varios destinos en un viaje
Pero si lo que quiere el viajero es descubrir varios destinos en un único viaje, no hay mejor alternativa que optar por alguno de los trenes turísticos clásicos. Uno de los más emblemáticos es el Transcantábrico, en sus dos versiones (Gran Lujo y Clásico), pues recorre la cornisa cantábrica en un tren que envuelve al viajero en el glamour de los años 20 del siglo pasado. En 2018 la ruta de El Transcantábrico ofrece viajes de ocho días y siete noches, aunque también es posible hacer itinerarios más cortos.
Sin dejar el norte, otra opción es El Expreso de la Robla que propone dos itinerarios: el denominado «paraíso verde», que une Bilbao y Oviedo, y el de La Robla, entre León y Bilbao por el trazado del antiguo tren hullero. Esta temporada, este viaje puede adquirirse a través de la web de Renfe.
Y si el viajero tiene ganas de sur, su opción tiene nombre propio: Al-Ándalus, uno de los trenes con mayor arraigo entre los trenes turísticos de lujo del mundo. El itinerario, que se inicia en Sevilla, dura seis noches y siete días e incluye visitas a destinos como Jerez, Cádiz, Ronda, Granada, Baeza, Úbeda y Córdoba. Sin embargo, durante el verano, el Al-Ándalus emprende un recorrido por Extremadura con paradas en Zafra, Mérida, Cáceres y el Parque natural de Monfragüe para terminar en Madrid, pasando antes por Toledo y Aranjuez.
Para escapadas más cortas, el tren también puede ser un buen destino casi por cualquier región. No defraudan el Tren de Antonio Machado (que une Madrid y Segovia hasta el 29 de septiembre); el Tren de Teresa de Ávila (que une Madrid y Ávila hasta el 27 de octubre); el Tren de Zorrilla (que une Madrid y Valladolid); el Tren Campos de Castilla (Madrid-Soria) o el Tren de Cervantes, que sigue circulando en julio y en septiembre, aunque para en agosto. Más información en www.renfe.com.
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