España

El gas natural vehicular mejora la calidad del aire

Existen varias ayudas tanto estatales como autonómicas para el cambio de vehículo por uno de GNV. El próximo Plan Movea 16 supondrá ayudas por la adquisición de hasta 20.000 euros
Existen varias ayudas tanto estatales como autonómicas para el cambio de vehículo por uno de GNV. El próximo Plan Movea 16 supondrá ayudas por la adquisición de hasta 20.000 euroslarazon

El gas natural como combustible es una alternativa tecnológica real, sostenible y rentable. En el mundo, actualmente son más de 20 millones los vehículos que utilizan esta tecnología y hay más de 25.500 estaciones de servicio. Y eso porque es el combustible fósil que emite menos CO2, principal gas de efecto invernadero. Produce un 30 por ciento menos de emisiones respecto a la gasolina, un 20 menos respecto al diésel y un 12 por ciento menos respecto al gas licuado del petróleo (GLP).

Sus ventajas medioambientales son varias. Por un lado, ayuda a mejorar la calidad del aire de las ciudades, un problema para casi todas las grandes urbes y principal línea de actuación en la lucha contra el cambio climático. Su utilización permite reducir un 85 por ciento las emisiones de óxidos de nitrógeno (NOx); casi la totalidad de las emisiones de partículas (PM), y además, no emite SO2 ni contiene plomo ni trazas de metales pesados. El gas natural vehicular es también el combustible que más ayuda al cumplimiento de las políticas medioambientales de España ante la UE, tanto en lo referente a la reducción del CO2 como de otros contaminantes. Los motores de gas natural reducen en más de un 50 por ciento la emisión sonora percibida y las vibraciones de los motores de gasóleo, lo que también comporta una reducción en la contaminación sonora.

A las ventajas medioambientales hay que sumar las económicas. El gas natural vehicular es un 50 por ciento más económico que la gasolina, un 30 por ciento más barato que el gasóleo y un 25% respecto al GLP por kilómetro recorrido. Dicho de otra manera, con 20 euros se pueden recorrer 420 kilómetros con GNV, mientras que sólo se alcanzarían 196 km con gasolina y 292 km con gasóleo.

Gas Natural Fenosa es la empresa líder en la comercialización de gas natural como combustible de automoción en España, donde hay actualmente 107 estaciones de GNV (presentes en nueve Comunidades Autónomas), de las cuales 42 son públicas. La compañía gestiona 42 estaciones en todo el país (de las que 26 son públicas) que sirven a la mayoría de los más de 4.000 vehículos que circulan por España, fundamentalmente autobuses, camiones de recogida de residuos y flotas de empresas.

Gas Natural Fenosa está comprometido con la sostenibilidad del transporte por carretera, tanto en el ámbito urbano como en el interurbano. Por este motivo, la compañía está impulsando el gas natural como combustible alternativo a los carburantes convencionales, tanto en el ámbito público como privado. Su motivación es por una parte, impulsar una tecnología que reduce sustancialmente las emisiones contaminantes que provocan el cambio climático y que afectan a la salud humana y, por otra, aumentar la presencia de los vehículos de gas del parque móvil español. Los países de nuestro entorno que lideran el ranking de penetración de esta tecnología en 2014 fueron Italia con casi 850.000 coches y 966 estaciones, Ucrania con 388.000 y 324 estaciones de servicio o Alemania con algo menos de 100.000 y 915 puntos de repostaje para gas natural. Cambiando de latitud, sobresale Irán con sus 3.500.000 de vehículos de gas y 2.074 estaciones o Argentina con casi dos millones y medio de coches y 1.932 puntos de repostaje.

Dos formas de suministro

El gas natural vehicular se suministra de dos maneras: como gas natural comprimido (GNC), se almacena de forma gaseosa y está más enfocado a vehículos ligeros y furgonetas; por tanto, a desplazamientos urbanos y semiurbanos. El gas natural licuado (GNL) se almacena en fase líquida y se emplea para grandes desplazamientos, lo que le hace ideal para los camiones de largo recorrido.

Gas Natural Fenosa está trabajando para ampliar la red de estaciones de GNV en toda España y también en los principales corredores de transporte, a medida que crece la demanda, de la mano de empresas suministradoras, fabricantes y administración. En este sentido, la compañía ha invertido en los últimos 5 años más de 9 millones de euros en infraestructuras, con un objetivo claro: estar presente en todas las ciudades de más de 300.000 habitantes y en más del 10 por ciento de las que cuentan con 70.000 habitantes. En Europa, la Directiva de Infraestructura de Combustibles Alternativos (CPT), aprobada a finales del año pasado, sugiere que los estados miembros deberían construir estaciones de servicio en las principales rutas europeas: estaciones de GNC cada 150 km y de GNL cada 400 km.

Al mismo tiempo, la compañía lidera varios proyectos de innovación relacionados con el gas natural vehicular. Es el caso, por ejemplo, del proyecto europeo GARneT, que prevé la instalación en España de diversas estaciones de suministro de gas natural licuado en los principales corredores de tráfico de mercancías. Las estaciones suministrarán gas natural licuado y gas natural comprimido a los vehículos que utilicen estos combustibles, fundamentalmente vehículos pesados de transporte de mercancías de largo recorrido. Hasta ahora se han conseguido desarrollar los primeros corredores y validar diferentes tecnologías en estaciones de servicio. Sin embargo, GARneT no es el único proyecto en el que está involucrada la compañía. LNG Blue corridors, a su vez, tiene como objetivo demostrar la validez del GNL en el transporte de media y larga distancia. El proyecto está activo desde 2013 y tiene previsto cerrar en 2017 con 14 nuevas estaciones y cien camiones GNL.

La compañía tampoco olvida las posibilidades del vehículo eléctrico (VE) y está trabajando en el desarrollo de su modelo de negocio. Dispone en España de una red de 48 puntos de recarga de vehículos eléctricos, de los cuales 30 se encuentran en A Coruña y 18 en Madrid. A través del «Proyecto Domocell» ha creado un sistema de recarga de vehículos de fácil instalación en garajes comunitarios y aparcamientos de empresas, que permite discriminar el consumo realizado por cada vehículo eléctrico. Asimismo, ha realizado estudios para propuestas comerciales a clientes y flotas con motos eléctricas en modalidad de alquiler mensual, integrando la infraestructura necesaria, el suministro de energía y los servicios de valor añadido.

GNL en el mar

Está previsto que la Unión Europea y la Organización Marítima Internacional promuevan, entre 2015 y 2020, una nueva legislación para mejorar la gestión energética y ambiental en el transporte marítimo y en los puertos europeos. La aplicación y el cumplimiento de la nueva normativa supondrá un paso adelante en materia de protección ambiental, a la vez que obligará, tanto a la industria naviera como a la actividad portuaria, a adoptar medidas de reducción de emisiones. Así, en el futuro se prevé que se expanda la red de distribución de GNL a 139 puertos clasificados como «estratégicos» por la Comisión Europea.

En España, los Presupuestos Generales del Estado para 2015 incorporaron como novedad la reducción del 50 por ciento en las tasas portuarias para buques que utilicen como combustible gas natural licuado (GNL) para su propulsión en alta mar, así como para los buques que durante su estancia en el puerto utilicen gas natural para la alimentación de sus motores auxiliares. En este sentido, Gas Natural Fenosa y Baleària firmaron un acuerdo de colaboración para impulsar el desarrollo e instalación del primer motor de gas natural para barcos de pasajeros en España. Concretamente, desarrollarán la implantación de un motor auxiliar de gas natural en el ferry «Abel Matutes», que opera diariamente en la línea Barcelona-Palma.

El proyecto, pionero en España, permitirá el desarrollo de la instalación de este tipo de motores auxiliares en el ámbito marítimo con el objetivo de reducir las emisiones y mejorar la calidad del aire, tanto a los entornos urbanos como portuarios. La aplicación de esta tecnología se traduciría en una reducción de emisiones y un ahorro anual de cerca de 4.000 toneladas de dióxido de carbono (CO2), más de 60 toneladas de óxido de nitrógeno (NOx) y 6 toneladas de óxido de azufre (SOx).