Alimentación

¿Por qué como cuando ni siquiera tengo hambre?

Comer cuando no tenemos hambre es, verdaderamente, un problema que nos pasa a todos. Comer cuando no tenemos hambre es, verdaderamente, un problema que nos pasa a todos

¿Por qué como cuando ni siquiera tengo hambre?
¿Por qué como cuando ni siquiera tengo hambre?larazon

Comer cuando no tenemos hambre es, verdaderamente, un problema que nos pasa a todos. Y luego llegan los disgustos, porque aunque no seamos 100% conscientes de esa gula que nos invade de pronto y que nos hace saquear nuestra nevera, suma un buen puñado de calorías que a lo largo de un año puede ser importante pero, ¿por qué comemos cuando no tenemos hambre? Estas son algunas de las razones más comunes por las que comemos cuando no tenemos hambre. Utiliza las soluciones para ayudar a frenar el hábito.

1. Aburrimiento: Es una de las razones más comunes. Cuando estamos en casa nos dirigimos a la nevera por, sencillamente, hacer algo. Si estamos en el trabajo es más complicado, a no ser que acabemos en la máquina de chucherías o patatas fritas. Si vemos que esto sucede, una buena estrategia es ir a charlar con un compañero de trabajo, aprovechar para hacer una llamada de ocio a algún amigo o tratar de distraer a nuestro cerebro con un libro de sudokus, por ejemplo.

2. Necesidad de tener algo en la boca: El deseo de comer algo es una variación de la alimentación aburrimiento. ¿La mejor solución? Masticar un chicle sin azúcar o cepillarse los dientes, los sabores de menta ayudan a calmar las ansias de comida. También puede tomar un vaso de agua, por ejemplo.

3. Tristeza o depresión: Muchas personas encuentran en los alimentos, en el acto de comer, una forma de llenar un vacío emocional, nos ha pasado a todos. Aunque afortunadamente, hay algunas opciones para frenar el hábito. Muchos expertos recomiendan la actividad física como ir a dar un paseo o una sesión de yoga porque estas actividades pueden ayudar a frenar el pensamiento negativo. Si esto no funciona, otra opción pasa por trabajar nuestro vacío con un terapeuta conductual para abordar las barreras emocionales.

4. Hábito: El hábito de comer sin sentido puede haber comenzado por el aburrimiento, pero una vez que comenzamos a visitar la nevera cada día a las 15:00, nuestro cuerpo comienza a esperar comida a las 3 pm. ¿Solución? La próxima vez que nos plantemos delante de la nevera, preguntémonos por qué. Si la respuesta no incluye la palabra "hambre", lo mejor es darse media vuelta, salir a caminar o llamar a un amigo para pasar la tarde o charlar un rato. Asumamos hábitos saludables.

Recordemos que el ‘picoteo’ moderado es bueno para nuestra salud, siempre y cuando no se consuman demasiadas calorías en los aperitivos. Sin embargo, comer cuando no tiene hambre o cuando no es necesario puede tirar al traste nuestra dieta o causar aumento de peso. Por supuesto, no debemos esperar hasta estar famélicos para comer algo; la idea es tratar de hacer cinco comidas al día en porciones moderadas a intervalos regulares a para estar satisfecho durante todo el día y evitar la costumbre de comer a través de los atracones o de alimentos que no son buenos para una dieta saludable.