Papel

Amaya en estado puro

José Luis Sáez, presidente de la FEB, Julián Redondo, autor del libro, Amaya Valdemoro, Alfonso Ussía, y Lola Cruz, de Espasa
José Luis Sáez, presidente de la FEB, Julián Redondo, autor del libro, Amaya Valdemoro, Alfonso Ussía, y Lola Cruz, de Espasalarazon

«Nací luchando», su biografía, ha sido para ella «como volver al psicólogo».

«Nací luchando», la biografía de Amaya Valdemoro escrita por Julián Redondo, nació, como muchas de las cosas importantes de la vida, alrededor de una mesa. «Surgió en una comida entre Alfonso Ussía, Amaya, su hermana Virgina y yo», aseguró el autor ayer en la presentación del libro. La ex jugadora se enganchó a las andanzas del Marqués de Sotoancho en su etapa en el Samara ruso. «Siempre he ido acompañada de un libro. Y en Rusia necesitaba el calor de mi gente y mi Marqués de Sotoancho. Cuando iba en los viajes leyendo y me moría de risa, miraba a las compañeras y pensaba: ‘‘Vosotras, con lo secas que sois, no lo podríais entender nunca’’». Ese vínculo entre la mejor jugadora en la historia del baloncesto español y Alfonso Ussía llevó al columnista de LA RAZÓN a ejercer de inductor para que Amaya contase su vida en una biografía que él mismo presentó «con un gusto con el que he presentado muy pocos libros», afirmó. Lo demás, «lo difícil», como dijo Ussía, fue cosa de Julián Redondo.

En la sede de la Federación en Alcobendas –«la casa de Amaya», según el presidente de la FEB Pepe Sáez–, la ex jugadora, que se confesó «la tía más llorona del mundo», se emocionó, pero ayer no hubo lágrimas. Delante estaba toda su gente: su familia y la familia del baloncesto. «Ni en el mejor de mis sueños podía esperar un final de mi carrera tan bonito, y jamás pensé que iba a tener una biografía. En el libro soy yo misma, pero no creáis, que también he hecho cosas malas», confesó. Amaya se mostró tan sincera como lo es en «Nací luchando»: «Hacer el libro ha sido como volver al psicólogo». Para Lola Cruz, de Espasa, «Amaya se desnuda en el libro en muchas facetas».

Al autor, el contacto con Amaya le ha servido para descubrir «a una heroína, a una mujer tremenda, pasional, extraordinaria y para descubrir un mundo, el del baloncesto femenino. Además, Amaya ha sabido superar el día después de los deportistas de élite». Ussía fue más lejos: «Quiero a Amaya antes de conocerla y sólo tengo con ella decenas de horas de agradecimiento. Es una mujer extraordinaria, un orgullo del deporte español y la gran deportista española». «Es una valiente, una superviviente, una niña que supera la muerte, hija de castellano y vasca, con un concepto familiar impresionante... Es desmedida hasta para romperse las cosas, porque cuando se las rompía lo hacía por parejas», afirmó Ussía mientras Amaya le observaba sonriente y emocionada. Ella no evitó referirse al deporte que ha amado con locura: «Ojalá mi cara ahora se difumine y otras como Alba, Laura Nicholls... gente con muchísimo talento, se conviertan en la imagen del baloncesto femenino. Cuando yo empezaba la Selección éramos como el ejército de Pancho Villa y mira ahora».