El lado oscuro del Atlético

Perder en Alemania no estaba en el guión de Simeone. Pero el partido le salió mal al Atlético, sus jugadores no estuvieron inspirados, les faltó juego, imaginación y recursos para frenar a un Bayer que, sin ser un equipo de otra galaxia, lo hizo mucho mejor.

Perder en Alemania no estaba en el guión de Simeone. Pero el partido le salió mal al Atlético, sus jugadores no estuvieron inspirados, les faltó juego, imaginación y recursos para frenar a un Bayer que, sin ser un equipo de otra galaxia, lo hizo mucho mejor. Con velocidad, con un contragolpe muy bien llevado, con una mejor condición física, superó a los rojiblancos y firmaron un triunfo que va a convertir la vuelta del Calderón en un ejercicio de superación para el Atlético si quiere continuar en Europa, porque el resultado es de los que obligan a no tener fallos.

El Bayer dio el papel de favorito al Atlético, pero fue, simplemente, una cuestión de estrategia por parte de los alemanes. Desde el primer minuto, el equipo de Schmidt fue a por el partido, tuvo la iniciativa y mostró sus virtudes y sus carencias. Si hubiera estado un poco más inspirado o sus jugadores hubieran mostrado algo más de calidad, podían haber sentenciado, porque al Atlético no se le vio. Ni intensidad, ni juego y con absoluta falta de claridad. Así era imposible crear problemas a un equipo que se defendió bien y que a base de transiciones muy rápidas impidió que el equipo de Simeone pusiera pausa a su juego. Ni tan siquiera Arda, que no estaba en sus mejores condiciones, pudo sacar de su lámpara alguna acción que pusiese en apuros al rival. Lo mejor del primer tiempo del Atlético, cohibido y sin mando en el centro del campo, fue un remate de Tiago que el meta Leno sacó con autoridad. Bien el meta y bien el portugués, que fue el único que intentó poner orden en un partido muy trabado, con muchos balones aéreos y juego en largo de los dos equipos, lo que llevó a la imprecisión en muchas facetas del juego.

Cuando remató Tiago, el Bayer ya había avisado con un remate a la escuadra de Bellarabi, un jugador rápido, con clase, difícil de controlar para Siqueira y Gámez, que sustituyó al brasileño, lesionado, antes del descanso. Bender era el lanzador; el coreano Son, un jugador correoso, y el turco Çalhanoglu, a la postre decisivo con su gol, un buen acompañante que encontraba espacios para el desmarque, pero que no pudo lucirse en el balón parado, uno de sus fuertes.

Como el Atlético no tenía su noche, antes de la lesión de Siqueira llegó la de Saúl. El canterano sufrió un golpe en un costado, volvió al campo, pero dejó su plaza a Raúl García. Así, con dos cambios, llegó el Atlético al descanso. No había hecho mucho y lo mejor para ellos, el empate. Mandzukic y Griezmann habían corrido y trabajado mucho, pero sin hacer daño ante el portal de Leno.

La segunda parte no cambió. El Bayer, con su presión, jugando a tope e impidiendo cualquier salida del Atlético con peligro. Y en un buen contragolpe, con la defensa despistada, llegó el tanto de Çalhanoglu, tras taconazo de Bellarabi. Y el golpe no lo encajó bien el Atlético, que se limitó al cuerpo a cuerpo, al balonazo al sentirse presionado para evitar problemas. Ni un pase, ni una llegada por banda y menos remate que en el primer tiempo, aunque en el apretón final hubo algún balón al área. Allí ya estaba Torres, sustituto de Arda, para debutar en la Liga de Campeones como rojiblanco. Su aportación fue escasa. Tuvo una ocasión y no acertó.

El Bayer podía haber matado el partido y la eliminatoria a la contra. Estropeó una acción en la que se plantaron cinco atacantes contra dos defensores, pero el balón acabó fuera porque los alemanes tampoco son doctos en la finalización. Atrevidos, valientes e intensos sí fueron y por eso superaron al Atlético, más acomplejado que otras veces y con menos ideas que nunca. La defensa, patadones al margen, y Moyá cumplieron ante el acoso germano. Pero del centro del campo y de los delanteros hubo pocas noticias. Y las que hubo fueron malas porque Tiago se autoexpulsó con una entrada absurda cuando el partido estaba ya abierto y el Atlético dudaba entre buscar el empate o refugiarse en su campo para no sufrir otro gol que le hubiera noqueado definitivamente. Ahora se puede levantar de la lona, pero en el Calderón tendrá que poner más juego y más ambición. Los alemanes lo van a vender muy caro y no se pueden hacer conjeturas. Para que el Atlético pase tendrá que cambiar radicalmente, porque no le van a regalar nada.

- Ficha técnica:

1 - Bayer Leverkusen: Leno; Hilbert, Papadopoulos, Spahic, Wendell; Castro, Bender (Rolfes, m. 67); Bellarabi, Calhanoglu (Brandt, 87), Son Heung Min; y Drmic (Kiessling, m. 80).

0 - Atlético de Madrid: Moyá; Juanfran, Miranda, Godín, Siqueira (Gámez, m. 38); Arda (Fernando Torres, m. 64), Gabi, Tiago, Saúl, Griezmann; y Mandzukic.

Gol: 1-0, m. 56: Calhanoglu, de disparo desde dentro del área.

Árbitro: Pavel Kralovec (República Checa). Expulsó por doble amarilla a Tiago, del Atlético de Madrid, en el minuto 76. Amonestó a los locales Papadopoulos (m. 36), Bender (m. 62), Kiessling (m. 89) y Castro (m. 89) y a los visitantes Godín (m. 60) y Torres (m. 89).

Incidencias: partido de ida de los octavos de final de la Liga de Campeones, disputado en el Bay Arena de Leverkusen ante unos 30.000 espectadores.