Combates

Ucrania, obligada a retirar sus tanques Abrams de la primera línea del frente

Rusia destruye cinco carros de combate estadounidenses en dos meses y 30 Leopards alemanes

Un tanque Abrams del Ejército de EE UU dispara durante los ejercicios militares Saber Strike en el entrenamiento militar de Adazi, Letonia
Un tanque Abrams del Ejército de EE UU dispara durante los ejercicios militares Saber Strike en el entrenamiento militar de Adazi, LetoniaVALDA KALNINAAgencia EFE

Un alto funcionario del Ministerio de Defensa ucraniano ha revelado que el Ejército ha retirado todos los tanques estadounidenses Abrams M1A1 de la línea del frente para evitar que sean destruidos debido a las tácticas rusas con el uso de drones, que permiten detectar fácilmente cualquier carro blindado. La presencia de aparatos no tripulados de bajo coste significa que "no hay terreno abierto por el que puedas cruzar sin temor a ser detectado", dijo el citado alto cargo según publican medios locales.

Según The New York Times, las fuerzas rusas han destruido cinco de los 31 tanques estadounidenses desplegados por Ucrania en la zona de guerra en menos de dos meses. Desde Rusia, blogueros militares presumieron que drones de apenas 30.000 dólares destruyeron carros blindados que tienen un coste de entre cinco y nueve millones de dólares. El citado medio también afirma que los ataques rusos han destruido 30 tanques alemanes Leopard, considerados los más avanzados del mundo y que tienen un coste aproximado de 10 millones de euros.

Con sus drones, las fuerzas rusas han conseguido cuestionar "uno de los símbolos más poderosos del poder militar estadounidense”. Los tanques Abrams llegaron el pasado mes de septiembre a Ucrania, pero no fueron desplegados hasta noviembre, en la región de Koupiansk. A diferencia de los tanques soviéticos, especialmente los carros de combate T72, los tanques occidentales están diseñados para proteger a la tripulación, de modo que la munición queda separada de la torreta.

El Ministerio de Defensa ruso informó en el pasado que un tanque de batalla principal T-72B3 destruyó un M1A1 Abrams estadounidense en un enfrentamiento directo cerca de Avdiivka el 5 y 6 de marzo. La destrucción de cinco tanques en menos de dos meses ha provocado júbilo entre las fuerzas rusas, que continúan avanzando en el este de Ucrania en el intenso combate terrestre que tiene lugar cerca de Avdiivka y las regiones adyacentes.

La advertencia del Pentágono sobre los Abrams en Ucrania

La decisión de Washington de proporcionar tanques Abrams a Ucrania representó un punto de inflexión ya que hasta entonces los expertos en defensa del Pentágoo habían advertido de que los Abrams no son adecuados para las fuerzas de Ucrania debido a la complejidad de la logística necesaria para suministrarles piezas, combustible y municiones, así como por la naturaleza compleja de sus operaciones.

El Abrams es operado por un equipo de cuatro personas (conductor, comandante, cargador y artillero), tiene una velocidad máxima de 67 km/h, un alcance máximo de 1.000 kilómetros y funciona con electricidad. Muchos de ellos equipados con munición de uranio empobrecido de 120 mm, que tiene como objetivo perforar la armadura, lo que presenta riesgos tóxicos para los militares y la población local.

Por temor a que los tanques Abrams cayeran en manos de los rusos para analizarlos y extraer las últimas tecnologías estadounidenses, la administración de Joe Biden optó por desmantelar parte de estos vehículos y enviarlos a Ucrania sin las piezas más sensibles.