Natación

Mireia Belmonte: «Me he sentido rara»

Mireia se queda fuera de la final en sus dos primeras pruebas, las más difíciles para ella. Ledecky comienza su cosecha con dos oros.

La nadadora española Mireia Belmonte
La nadadora española Mireia Belmontelarazon

Mireia se queda fuera de la final en sus dos primeras pruebas, las más difíciles para ella. Ledecky comienza su cosecha con dos oros.

«El primer día del Mundial es el más difícil», había advertido Mireia Belmonte. Podía nadar hasta cuatro veces: por la mañana, las series de 400 libre y 200 estilos, con apenas una hora de diferencia para recuperarse; por la tarde, la final de los 400 y las semifinales de los 200. Pues el recorrido de la española en su estreno terminó pronto: no estuvo entre las mejores en las dos primeras carreras y quedó eliminada. Por la tarde le tocó mirar en vez de competir. El primer día era el más difícil, además, porque son dos distancias difíciles para Belmonte: no es una especialista en el 400 libre, prueba en la que en sus exitosos Juegos de Río tampoco se metió en la final, y los 200 estilos son una distancia demasiado corta para una mediofondista como ella, por mucho que en el Mundial de Barcelona en 2013 diera la sorpresa y se colgara la medalla de bronce. Lo más preocupante fueron los tiempos, flojos para su nivel, y, sobre todo, las sensaciones que tuvo. «Me he sentido un poco rara, nada bien», confesó Mireia. «Todas las pruebas son igual de importantes, no nado para coger sensaciones», insistió, en referencia a que no había salido a especular, a entrar en contacto con el agua para cuando vengan distancias que le vayan mejor.

Mireia, pese a que en noviembre cumple 27 años, ha mantenido su exigente calendario (competir en seis pruebas) de las últimas temporadas, por aquello de «lo que ha ido bien, mejor mantenerlo». Bajo su forma de pensar, cada carrera es una opción y centrarse sólo en una sería acumular mucha frustración en caso de no salirle bien. En su cabeza, ahora, una derrota es sólo el preámbulo de la siguiente oportunidad. Por mucho que hace un año en Río nadara siempre a favor de corriente en lo referente a su confianza, pues en la primera jornada ya había conseguido el bronce en los 400 estilos, desde hace años la española ha trabajado con su psicólogo, Richi Serrés, la capacidad de pasar página, de olvidar rápidamente las decepciones y centrarse en el siguiente objetivo. En Londres 2012 comenzó con un octavo puesto en los 400 estilos y durante la competición fue creciendo y sumó dos platas, las primeras de su carrera en unos Juegos. «Ahora tengo que luchar mucho y desear que mañana [por hoy] salga mejor en el 1.500», afirmó la catalana. Hoy nada las series del kilómetro y medio, a última hora de la mañana, y por la tarde descansa al no estar en la final de 200 estilos. Sus sensaciones deben mejorar.

La que comenzó mostrando su poderío fue la estadounidense Katie Ledecky, la principal estrella del Mundial. Está en Budapest con la intención de ganar (revalidar) los 200, 400, 800 y 1.500, más lo que pueda acumular en los relevos. El oro de los cuatro hectómetros ya lo tiene, y en la primera prueba por equipos sumó otro triunfo. Vaya forma de comenzar. En el 400, tras un arranque algo ajustado, pegó el habitual estirón para hacer gran parte de la prueba con un cuerpo de distancia y terminar aventajando en tres segundos a su compatriota Leah Smith. El bronce fue para la china Li BingJie. Ledecky recorrió los ocho largos en 3:58.34, lo que supone la mejor marca mundial del año y el récord de los campeonatos, aunque está lejos de su plusmarca universal, lograda hace un año en los Juegos de Río (3:56.46). Con 20 años, Katie sigue haciendo historia: en sus distancias nunca ha perdido una final en un campeonato importante y con los de ayer ya son once oros mundiales, más que nadie.

Tras ganar sola, lo hizo en compañía de Comerford, Worrell y Simone Manuel en el 4x100. Se impusieron por delante de Australia y Holanda. En la primera posta, la sueca Sjöstrom batió el récord del mundo (51.71).