México

Rafa Nadal, la vida sin el tío Toni

Nadal afronta en la pista rápida de Acapulco el primer torneo después del anuncio de que su entrenador no seguirá en 2018

Nadal entrena el 26 de febrero de 2017, antes del Abierto Mexicano de Tenis
Nadal entrena el 26 de febrero de 2017, antes del Abierto Mexicano de Tenislarazon

Nadal afronta en la pista rápida de Acapulco el primer torneo después del anuncio de que su entrenador no seguirá en 2018

Nadal regresa esta semana en la pista dura de Acapulco con la mirada puesta en los Masters 1.000 de Indian Wells y Miami. Un mes después de caer en la final de Australia ante Federer, Rafa regresa en un torneo que se ha reinventado en las últimas temporadas. Ya lo ganó en 2005 y 2013, en sus dos únicas presencias, pero el paisaje ahora es otro. Acapulco ha abandonado la tierra batida por una pista dura muy similar a la que se encontrará en marzo en California y Miami. El tiempo y la superficie han provocado que el torneo mexicano se convierta en una cita obligada para muchos. Otras temporadas, ésta era la semana de Dubai. Ahora, Djokovic, Nadal, Cilic, Thiem, Kyrgios, Del Potro... están en México.

Los consejos médicos del doctor Ruiz Cotorro llevaron a Rafa a renunciar a Rotterdam. No fue el único descarte después de la paliza del primer mes de temporada. La eliminatoria de la Copa Davis ante Croacia, que también estaba en sus planes, tampoco contó con el número uno español. Rafa tiene muy claro en qué altura de su carrera está. «A mi edad no lucho por el número uno; haré el calendario para llegar bien preparado a los torneos y que mi carrera sea lo más larga posible. Mi gran objetivo será el torneo que dispute cada semana, no pienso aún en Roland Garros. Me quedan unos años con objetivos ambiciosos, pero no tanto como para acortar mi carrera», señaló al llegar a Acapulco. Allí disputará el primer torneo después del anuncio de Toni Nadal de que ésta será la última temporada con su sobrino. «Ha estado toda mi vida conmigo y le estoy muy agradecido por todo lo que ha hecho por mí. Toni es libre, como ha sido siempre, de tomar sus propias decisiones y elegir lo que le haga más feliz. Tiene tres hijos, dos de ellos juegan al tenis y seguro que le gustará seguir de cerca sus evoluciones porque a él lo que le gusta es trabajar en la formación», comentó el ex número uno del mundo. Al lado de Rafa en Acapulco están Francis Roig y Carlos Moyá, que en el arranque de la temporada no tenía claro si iba a estar estos días en México.

Con tiempo suficiente para recuperar después de la gira australiana, Rafa se encuentra físicamente tan bien como a principio de año. Y eso ya es mucho decir. El objetivo durante el próximo mes es acumular el mayor número de partidos posibles para alcanzar la temporada sobre tierra batida –debutará la semana del 16 de abril en Montecarlo donde defiende el título– con velocidad de crucero y que no suceda lo del año pasado: cuando mejor estaba llegaron los problemas físicos.

La renuncia de última hora de Milos Raonic –el número cuatro del mundo– no ha debilitado un torneo que presume del mejor cuadro de su historia. Djokovic ha renunciado a Dubai por primera vez en diez años y en el horizonte aparece una posible final con el español. Rafa debutará con el alemán Mischa Zverev –el mayor de los hermanos– y su parte del cuadro está mucho más descargada que la del serbio. «Nole» podría medirse con Del Potro en segunda ronda; con Kyrgios, en cuartos, y con Thiem, en semifinales. A Rafa le esperarían Sock en cuartos y Cilic o Isner antes del «Día D» ante el balcánico.

Campeón, y el trofeo en un taxi

Nadal jugó por primera vez en Acapulco en 2005. Ganó el torneo, pero... después de superar a Albert Montañés y cumplir con las habituales entrega de premios y conferencia de prensa cogió un taxi para llegar cuanto antes al aeropuerto de México DF. Rafa y su equipo cogieron uno de los habituales atascos infernales de la capital mexicana y sólo gracias a que su jefe de prensa –Benito Pérez Barbadillo– conocía a uno de los pilotos del avión, el aparato no despegó y pudieron coger el vuelo. Con las prisas, Nadal se dejó el trofeo en el taxi. Cuatro años después, cuando el torneo conoció el despiste, mandaron construir una réplica que Rafa conserva en Manacor.