El 1-O desploma la creación de empresas en Cataluña un 14,3%

Cinco comunidades registraron descensos interanuales en la creación de empresas en octubre, entre ellas Cataluña, que fundó un 14,3% menos de empresas que en igual mes de 2016.

Octubre fue, se mire desde el prisma que se mire, un mes «horribilis» para la economía catalana. El «procés» independentista que, presuntamente, la iba a impulsar terminó por frenarla en seco. El último dato que lo atestigua es el de la creación de empresas. Mientras que en España se crearon un 1,5% más de sociedades mercantiles (7.236) que en el mismo mes de 2016, en Cataluña se produjo un desplome del 14,3%, según los datos publicados ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Sólo en Galicia (-15,7%) y Extremadura (-27,5%) se produjeron caídas más acusadas. En contraste con Cataluña, en la otra gran locomotora nacional, la Comunidad de Madrid, la creación de empresas aumentó un 5,2%. A pesar del retroceso, Cataluña (1.224) fue la tercera región en la que más sociedades se crearon tras Madrid (1.709) y Andalucía (1.260).

La comparativa es más favorable para Cataluña en la estadística de disoluciones. Mientras que en Madrid se realizaron 472, un 4,2% menos que un año atrás, en la comunidad catalana fueron 115, un 8% menos que en 2016. En cuanto al capital suscrito, fue de 144 millones de euros frente a 104 millones de euros a favor de la Comunidad de Madrid. No obstante, en esta última también hubo más sociedades que redujeron capital, 124 por las 103 que lo hicieron en Cataluña.

Esade también puso ayer de manifiesto el daño que el referéndum ilegal del 1 de octubre y la posterior declaración unilateral de independencia (DUI) han hecho al tejido empresarial catalán. El estudio «Refem Empresa, Refem Catalunya», impulsado por el economista y escritor Fernando Trías de Bes en colaboración con la escuela de negocios y realizado a partir de encuestas a cien directivos de empresas que están en Cataluña, concluye que el 46% de los consultados han congelado sus inversiones. Este significativo porcentaje de ejecutivos permanecen en «standby» a la espera de lo que suceda en los comicios autonómicos del jueves de la próxima semana. La mayoría (98%) confía en que la situación mejore tras las elecciones. No obstante, pocos son los que están dispuestos a sumar fondos a sus proyectos en este momento. La mayoría (53%) ha dejado sus presupuestos igual, mientras que el 25% los ha recortado. Otro 14% decidirá según los resultados de las elecciones. El empleo también se va a resentir. El 24% cree que existe un serio riesgo de que haya menos contrataciones en 2018 por la situación política.

En línea con lo apuntado hace unas semanas por la patronal de las pequeñas y medianas empresas catalanas (Pimec), el 56% de los directivos consultados por Esade aseguran que sus ventas se han reducido en los últimos meses, concentrándose las caídas a partir de octubre. En su opinión, los descensos tienen que ver con la situación política que vive Cataluña debido al «procés»: desánimo o apatía del consumo, reducción del turismo o tráfico del «retail», desconfianza exterior e inseguridad, cancelaciones o diferimientos de eventos y compras y el boicot a los productos catalanes. Aunque se han hecho llamamientos públicos para que en el resto de España no se dejasen de comprar bienes catalanes por su efecto negativo para otras regiones españolas, el 19% de los encuestados asegura haber sufrido algún tipo de boicot comercial. Entre las grandes empresas, una de cada tres reporta algún rechazo comercial en sus compañías.

Que los directivos se muestren optimistas respecto al futuro no significa que no tengan planes de contingencia preparados para encarar un escenario de nuevas tensiones independentistas. En caso de que se llevase a cabo otra declaración unilateral de independencia (DUI) si los secesionistas ganan las elecciones, un 42% de los directivos trasladaría total o parcialmente sus empresas fuera y un 31% reduciría sus inversiones total o parcialmente en Cataluña. Sólo uno de cada cuatro directivos afirma que no afectaría a sus negocios. Ante esta situación, los directivos reclaman abiertamente abandonar el camino de la unilateralidad y garantizar el amparo de la Unión Europea, según el estudio.

Las comunidades autónomas que presentaron un mayor número de disoluciones fueron Madrid (472), Andalucía (240) y País Vasco (117). Por su parte, las que registraron menos sociedades mercantiles disueltas fueron La Rioja (13), Murcia (15) y Cantabria (17).