El Rey instará hoy a la unidad nacional

Los Monarcas presiden, al cumplir 1.000 días al frente de la Corona, un acto para reforzar la «imagen del país en el exterior» y abogar por la continuidad del proyecto constitucional

Los Reyes cumplirán hoy 1.000 días de reinado en un acto que refuerza a España como nación: la entrega de acreditaciones de la 7ª edición de «Embajadores Honorarios de la Marca España». Un reconocimiento a personas destacadas de distintos sectores, y que tiene lugar un día después de que se conozca la condena por parte del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña, por la que el ex presidente de la Generalitat, Artur Mas, queda inhabilitado durante dos años para ocupar un cargo público por delito de desobediencia al convocar la consulta del 9-N pese a la prohibición del TC. Curiosamente, la última vez que Don Felipe hizo entrega de estas distinciones, que en esta ocasión recaerán sobre el futbolista Andrés Iniesta, la bailaora Sara Baras o el fundador de la cadena de hoteles Meliá, Gabriel Escarrer, fue en 2015, un día después de que el TC suspendiese la declaración soberanista por la que ahora se le juzga. Felipe VI quiso lanzar en aquel momento un mensaje conciliador y de tranquilidad, y afirmó, en un tono directo y contundente al que no acostumbra, que «La Constitución prevalecerá. Que nadie lo dude». Y se comprometió, dentro de sus funciones, a garantizar la «continuidad» del proyecto constitucional del país. Hoy, en el Museo de Arte Reina Sofía, Don Felipe pronunciará un mensaje de unidad como máximo representante de los españoles, en un acto que reconoce a quienes han contribuido «con su ejemplar trayectoria profesional, al fortalecimiento de una imagen positiva de España en el exterior», explican desde Zarzuela.

La Casa del Rey no ha hecho balance de estos 1.000 días de Don Felipe como Jefe del Estado, ya que, aseguran, lo importante para la Institución son «los pronunciamientos y los hechos». Según los cuales se recoge el objetivo del Rey de abrir la Corona a la sociedad en el sentido de que ha realizado reformas –como someter las cuentas a una auditoría externa o prohibir que los miembros de la Familia Real reciban regalos que comprometan su ejemplaridad–, centrado su agenda en actividades que conecten con los distintos sectores sociales y puesto de relevancia una política de austeridad. Paralelamente a las iniciativas emprendidas para levantar la imagen de la Corona, Don Felipe ha tenido que asumir un periodo convulso, como lo ha sido el estar casi un año sin gobierno tras las elecciones del 20-D de 2015. Y el «caso Nóos». Una sentencia por la que han esperado dos lustros de proceso judicial manchando la proyección de la Corona y tras la que parece que la Familia Real vuelve a respirar: en los últimos actos Don Felipe ha recuperado los palacios reales como escenario de los actos para poner en valor el patrimonio histórico, entre otros gestos, y su agenda exterior está repleta de visitas por cumplir este año, como lo son el próximo viaje a Japón o el trascendente viaje de Estado a Reino Unido. Dentro de esta agenda internacional, el Rey ha realizado 35 viajes al exterior, entre los que destacan la visita al Vaticano, dos Cumbres Iberoamericanas, tres Asambleas Generales de la ONU, tres visitas de Estado –Francia, México y Portugal– y el viaje a Estados Unidos en 2015 durante el mandato de Barack Obama.

Por su parte, la Reina ha ido afianzando su agenda propia, centrada en temas sociales, de nutrición y salud y de cooperación; si el año pasado el bloqueo político impidió que Doña Letizia realizara su segundo viaje de cooperación tras Honduras, este año está previsto que viaje a Senegal. Pero dentro de este despegue, puertas adentro, hay un asunto que se mantiene en las tareas pendientes del país y, por tanto, del Jefe del Estado, y es Cataluña. La comunidad que más veces ha visitado a lo largo de estos casi tres años de reinado, en concreto 20 veces. Don Felipe ha afrontado la «misión» de hacer la Corona más presente en dicha región, para transmitir un espíritu de diálogo y convivencia, siempre dentro del concepto de unidad nacional. Otra cosa es que la ofensiva secesionista haga esta «misión» algo imposible.