Madrid

«En España la cosa está movida. Sólo poniendo “me gusta” ya te pueden detener»

Procesados dos terroristas de una asociación marroquí de apoyo a presos islamistas

La Razón
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Procesados dos terroristas de una asociación marroquí de apoyo a presos islamistas

Recurrían a las redes sociales para captar a jóvenes musulmanes en España y convertirlos en muyahidines al servicio del Estado Islámico (Daesh) en Siria. Pero, a diferencia de otros supuestos yihadistas detenidos en nuestro país, los marroquíes Abdelilah Migou y Anouar Merabet –detenidos en octubre del pasado año en Málaga y Altea (Alicante), respectivamente–, desarrollaban su actividad terrorista parapetados en una organización marroquí de apoyo a yihadistas, el Comité Conjunto para la Defensa de los Detenidos Islamistas (Ccddi), que el juez de la Audiencia Nacional Eloy Velasco considera un «núcleo de radicalización y adoctrinamiento de jóvenes para la yihad». El magistrado ha acordado el procesamiento de Migou y Merabet por los delitos de pertenencia a organización terrorista y enaltecimiento del terrorismo yihadista y, en el caso de este último, también por tráfico de hachís (los agentes le intervinieron en su domicilio 408 gramos de resina de cannabis).

En la resolución en la que Velasco acuerda la medida quedan patentes las dificultades que tienen en nuestro país los acólitos de Daesh para desarrollar su actividad terrorista en las redes sociales tras la última reforma del Código Penal, que castiga incluso el autoadoctrinamiento. En una conversación intervenida por la Policía en diciembre de 2015, Merabet alerta a un integrante del Estado Islámico, Mohamed El Bajaoui, de que no ha podido contactar con los «hermanos»: «Aquí en España la costa está movida, que sólo poniendo “me gusta” (en cualquier página de Facebook de contenido yihadista, se sobreentiende) ya te pueden detener».

Ambos pertenecían a una katiba hispano-marroquí y mantenían, según detalla el magistrado de la Audiencia Nacional, frecuentes contactos con miembros de Daesh en Siria e Irak (al menos 19 en el caso de Migou y 28 en el de Merabet). Los dos habían mostrado «una firme determinación por participar personalmente en la yihad, alcanzando el paraíso mediante el “martirio”» y manifestando su intención de sumarse a las «actividades operativas del Daesh», organización terrorista de la que se sentían «parte activa».

Al menos desde 2014 (dos años antes en el caso de Merabet), difundieron a través de Facebook abundante material propagandístico del Estado Islámico, siguiendo la estrategia global diseñada por el grupo terrorista e incitando a la yihad global. Todo con la intención de captar a voluntarios para desplazarse a Siria, sobre todo «jóvenes musulmanes establecidos principalmente en España». Del mismo modo, justificaban públicamente a través de internet las actividades terroristas del Estado Islámico.

Los dos procesados participaban «activamente» en las actividades del Comité Conjunto para la Defensa de los Detenidos Islamistas, «usado como cobertura para el proceso de selección y captación de potenciales voluntarios» para sumarse a la yihad, muchos de los cuales se integraron finalmente en la organización terrorista.