Podemos

Iglesias rescata el 15-M para paliar su desgaste y reactivar la calle

Podemos prepara una multitudinaria movilización en Madrid para desafiar al PSOE

El líder de Podemos, Pablo Iglesias (d), conversa con el portavoz parlamentario, Íñigo Errejón (i)
El líder de Podemos, Pablo Iglesias (d), conversa con el portavoz parlamentario, Íñigo Errejón (i)larazon

Podemos prepara una multitudinaria movilización en Madrid para desafiar al PSOE

Podemos tiene trazada su estrategia con vistas a lo que consideran, en palabras de su líder, la oportunidad «para romper el empate» y «patear el tablero» otra vez. Su objetivo: el «sorpasso» al PSOE, si finalmente se abren las urnas el 26-J, para convertir a su partido en la fuerza hegemónica de la izquierda y alternativa al centro derecha. Y lógicamente, en esa cada vez más posible repetición de elecciones, la calle tiene especial protagonismo.

Fiel a su estilo de impregnar todos sus pasos de ideología, aún más en este momento cuando la tesis más posibilista de su número dos, Íñigo Errejón, en busca de la transversalidad política pierde fuelle frente a quienes desean «sumar piezas» a Podemos desde la izquierda de IU, Pablo Iglesias ya tiene marcado en rojo en su calendario el domingo 15 de mayo, fecha en la que se conmemorará el quinto aniversario de las concentraciones del 15-M.

El partido de los círculos, naturalmente, desea utilizar tan simbólica fecha para movilizar a una izquierda desencantada que le otorgó un debut «rompedor» en los comicios europeos de 2014, pero que empieza a dar signos de cierto hartazgo político. Más si cabe tras el fiasco de comprobar el 20-D que ni conseguía los votos suficientes para alcanzar por sí solo el poder, ni tampoco para liderar las denominadas «fuerzas del cambio». Por ello, al golpe de efecto que busca presentando su alianza con Alberto Garzón, Iglesias desea añadir el «agitprop» en la calle que vivifique a sus simpatizantes. El 15-M, que se nutrió de las acampadas en la Puerta del Sol de Madrid, puede considerarse hoy prácticamente extinguido y carece de efecto en la mayor parte del electorado. Sin embargo, su recuerdo como manifestación de cambio para regenerar la vida pública sigue muy presente en la memoria de la izquierda, y sobre todo en los más jóvenes. Y ni que decir tiene su representatividad entre potenciales votantes cautivados por las apelaciones populistas, entre los indignados o entre quienes se identifican con los discursos que apelan a «asaltar el cielo» para tumbar el «Régimen del 78». De ahí que el objetivo de Podemos pase de nuevo por presentarse como la formación que mejor responde al grito de toda esa gente.

Bajo las órdenes de Iglesias, dirigentes de Podemos maniobran ya para organizar lo que llaman «una temporada de lucha por la Democracia» para «empoderar al Pueblo». Los movimientos están siendo coordinados con colectivos como Democracia Real Ya, la Plataforma de Afectados por la Hipoteca o Juventud Sin Futuro. Ciertamente, los podemitas guardan con celo los detalles de sus pasos, pero las fuentes consultadas hablan de diferentes concentraciones a lo largo y ancho del país. La movilización más multitudinaria, claro está, tendrá lugar en Madrid, donde estarán presentes Iglesias y la cúpula del partido morado. Podemos busca trasladar así un mensaje de presión de la calle para abrir una nueva etapa de cambios frente a la fatiga de los materiales. Y de paso, si logra cerrar con éxito las convocatorias, desafiar al PSOE culpándole de haber dado la mano a la «derecha naranja» impidiendo que las «fuerzas del cambio» desalojen de La Moncloa al PP de Mariano Rajoy.

Adelantándose al 15 de mayo, la formación morada ya ha comenzado a movilizar a sus inscritos. La orquestada consulta sobre su posición final en las negociaciones para la gobernabilidad con los socialistas resultó únicamente un ejercicio para despertar a sus bases. Durante las próximas semanas, Podemos buscará incrementar su maquinaria propagandística para presentarse en la calle como las siglas comprometidas con los ciudadanos que más sufren y quieren construir un futuro con justicia y con derechos frente a la corrupción, los privilegios y la desigualdad.