La Guardia Civil también abandona Afganistán

Su presencia en Afganistán no ha sido tan conocida como la de los militares. Pero desde 2002, cerca de 500 guardias civiles también se han desplegado en suelo afgano, donde han desarrollado diferentes tareas a lo largo de todos estos años. Y también han perdido a compañeros en acto de servicio. Tres en concreto: el comandante Galera, el teniente Bravo y el comandante Jiménez. Y esta mañana, en el marco del repliegue de las Fuerzas Armadas que dejará en el país asiático un contingente casi testimonial de 23 efectivos en Kabul, aterrizaron en España los últimos 12 agentes, que se encargaban de instruir a la Policía afgana.

En 2002 llegaron los primeros guardias civiles a la capital, Kabul, enmarcados en un equipo de protección del Alto Representante de la Unión Europea para este conflicto. Pertenecían al Grupo de Acción Rápida (GAR), con sede en Logroño, y llevaron a cabo esta tarea hasta el año 2008. Previamente, en 2005, arrancó la misión de Policía Militar tanto en la ciudad de Qala i Naw (Badghis) como en Herat. Primero, como parte de la misión de la Fuerza Internacional de Asistencia para la Seguridad (ISAF) de la OTAN y, desde enero pasado, de la nueva operación “Resolute Support” de la Alianza Atlántica.

Mientras, en 2007, dentro de la misión de asesoramiento militar de la UE (EUPOL-Afganistan), instruían a las autoridades del país en su responsabilidad de garantizar la seguridad y el orden público.

Por último, en 2009 arrancó la que ha sido una de sus misiones más destacadas: la formación de la Policía afgana como petición expresa del Gobierno de Estados Unidos, creándose los equipos de asesoramiento policial (PAT, por sus siglas en inglés) en las dos ciudades anteriormente citadas. En concreto, en Herat, su tarea se centraba en el aeropuerto internacional, donde enseñaban a los afganos desde cómo cachear a los pasajeros a tareas de seguridad propias de este tipo de instalaciones. Pero también se desplegaron en el Centro de Formación de Mazar e Sharif, al norte del país, donde trabajaban como parte de la Gendarmería europea (Eurogendfor).

La presencia femenina

Varias misiones diferentes en las que han participado esos 500 agentes, entre los que se encuentran el comandante Clemente, el sargento Vaquero, el cabo primero Manchado o la sargento García. Sí, “la”, porque también se desplegaron mujeres para formar a las agentes de fronteras afganas, algo impensable antes de que comenzara la guerra afgana, cuando las mujeres eran casi inexistentes en el país.

Y en estos 13 años, tres guardias civiles fallecieron en acto de servicio. Dos de ellos, el comandante Galera y el teniente Bravo, asesinados por uno de los alumnos al que instruían en 2010, mientras que el comandante Jimeno murió en el trágico accidente del Yak-42 en 2003.