ETA

Los verificadores quieren entregar el listado de zulos a la Justicia francesa

Buscarían «oficializar» el desarme e implicar a las autoridades francesas. La Guardia Civil ha remitido un escrito a la Fiscalía de la Audiencia Nacional en el que insta a que las pistolas se envíen a España por si se usaron en atentados sin resolver.

El 21 de febrero de 2014 los terroristas ya hicieron un simulacro de desarme con los verificadores internacionales
El 21 de febrero de 2014 los terroristas ya hicieron un simulacro de desarme con los verificadores internacionaleslarazon

Buscarían «oficializar» el desarme e implicar a las autoridades francesas. La Guardia Civil ha remitido un escrito a la Fiscalía de la Audiencia Nacional en el que insta a que las pistolas se envíen a España por si se usaron en atentados sin resolver.

Los «verificadores», «mediadores», y últimamente «artesanos», que han colaborado con ETA desde que anunció el fin de las actividades terroristas, que no del «conflicto» que le enfrenta a España, tratan de «oficializar» ante los tribunales de Justicia franceses la operación de «desarme» que, según lo anunciado por esos individuos próximos a la banda, debería concluir el próximo día 8. Al frente de los que se consideran «conflictólogos» están Ram Manikkalingam, de la Comisión Internacional de Verificación (CIV), y el abogado surafricano Brian Currin (GIC).

Según expertos antiterroristas consultados por LA RAZÓN se trata de gestiones muy delicadas, ya que los que al final comparezcan ante la Justicia gala, aunque sea para comunicar la ubicación de unos zulos, pueden ser acusados de colaboración con banda de malhechores o incluso depósito de armas y explosivos.

El asunto no es tan sencillo como quieren hacer creer los llamados «artesanos por la paz», que son los que mueven todo esto en el país vecino. Uno no puede andar por ahí acreditando que sabe dónde se esconden utensilios con los que se puede matar o causar destrucción. En todo caso, deberá dar las correspondientes explicaciones en el marco de la legislación vigente.

En el caso de que a los organizadores del «desarme» se les hubiera ocurrido dar un paso al margen de la Justicia o las Fuerzas de Seguridad (como lo intentaron el pasado mes de diciembre), no harían otra cosa que cometer varios delitos con las consecuencias correspondientes si son sorprendidos in fraganti o posteriormente identificados.

La Guardia Civil, en previsión de lo que pueda suceder, ha presentado un escrito en la Fiscalía de la Audiencia Nacional con información de todo lo que se sabe hasta el momento. Solicita que, en caso de consumarse algún tipo de desarme, se reclamen a Francia todas las evidencias posibles con el fin de comprobar si algunas de las personas o las armas están relacionadas con delitos cometidos en España.

En definitiva, todo depende de Francia, de la actitud que adopte ante lo que se presenta como una nueva trampa de ETA en la que, para resolver problemas internos, trata de implicar a las autoridades galas con el señuelo de un «desarme total». Además, esa propuesta es sencillamente imposible porque los actuales jefes de la banda desconocen donde están la mayoría de los zulos en los que se esconden armas y explosivos. Los llamados «artesanos por la paz», a los que ETA ha encargado publicitar todo este montaje, han cambiado de planes conforme pasan las semanas y se acerca el próximo día 8. Hace unos días, ante la irritación de los que habían creído en su iniciativa, anunciaron que la entrega de las armas ya no sería en Bayona, donde sí tendrá lugar un acto político-folklórico, sino en lugares secretos. Es decir, con el control que ellos quieran o les permitan, la grabación de vídeo que les interese y, esto sería lo preocupante, algún tipo de aval por parte de las autoridades francesas.

En una nota difundida la semana pasada, señalaban que la jornada (la del 8) comenzarán a las 10:30 horas, «cuando se pondrán en marcha una serie de conferencias en las que participarán expertos en resolución de conflictos».

Todo ello, al margen de las «operaciones de desarme que tendrán lugar fuera de Bayona, entre medidas de seguridad, y garantizarán el desarme total, verificable y verificado». Ellos se lo guisan, ellos se lo comen y los demás a mirar y creer, subrayan las mismas fuentes que dicen que, si no hubiera tantos asesinatos por medio, parecería una «performance» (que es un espectáculo de carácter vanguardista en el que se combinan elementos de artes y campos diversos).

No ocultan sus intenciones cuando dicen que el objetivo de esta concentración «será apoyar el desarme de ETA y la labor de los representantes de la sociedad civil vascofrancesa que están protagonizando el proceso». Como no podía ser menos, han abierto una cuestación a través de su página web para obtener fondos con los que sufragar los gastos.

Lo que está detrás de todo esto es el viejo lema etarra de armas por presos. A los que se hacen llamar «artesanos por la paz», de tanto hablar y repetir que el desarme de ETA es unilateral y sin condiciones, se les ha escapado el objetivo real.

Uno de estos «artesanos», Mixel Berhokohirigoin, en unas declaraciones realizadas el pasado 23 de marzo dijo que el «desarme total, seguro, verificado, sin condiciones políticas y respetando garantías técnicas» tiene que abrir el camino «de la paz», para lo que era necesario abordar los temas de los presos, de las víctimas. Todo ello, para que la convivencia «sea irreversible y definitiva». Cabe deducir, que en caso contrario esa convivencia no sería posible, lo que no deja de ser un mensaje chantajista.

Los citados «artesanos» son un activista «pro derechos humanos», un ex presidente de cámara agraria y un sindicalista. Michel Tubiana, presidente honorario de la Liga de los Derechos Humanos francesa; el citado Mixel Berhocoirigoin, ex presidente de la Cámara Agraria del País Vasco francés; y Jean-Noël Etcheverry, «Txetx», sindicalista ligado a ELA, ecologista y promotor cultural. Estos dos últimos fueron detenidos en la localidad francesa de Luhuso el pasado 16 de diciembre cuando supuestamente se disponían a inutilizar armas de ETA. El primero se libró del arresto porque aún no había llegado al caserío donde se iba a acometer dicha destrucción.

Los mismos expertos llaman la atención sobre este detalle. Desde el 16 de diciembre, en que iban a romper en trozos pistolas, fusiles e inutilizar (se desconoce cómo) materiales explosivos, han pasado a entregar las armas dentro de la mayor clandestinidad. Mucho cambio para tan poco tiempo, lo que denota una cierta improvisación o que todo es un montaje.