Política

El desafío independentista

Puigdemont planea firmar en septiembre la convocatoria del referéndum soberanista

La decisión da munición al PP 24 horas antes de que empiece la moción contra Rajoy.

En el centro, Joan Josep Nuet, secretario tercero de la Mesa del Parlament, acude a declarar flanqueado por (de izquierda a derecha) Mas, Junqueras, Puigdemont, Forcadell, Domenech y Pisarello
En el centro, Joan Josep Nuet, secretario tercero de la Mesa del Parlament, acude a declarar flanqueado por (de izquierda a derecha) Mas, Junqueras, Puigdemont, Forcadell, Domenech y Pisarellolarazon

La decisión da munición al PP 24 horas antes de que empiece la moción contra Rajoy.

Despejada la incógnita de la fecha del presunto referéndum de independencia de Cataluña, 1 de octubre, el presidente de la Genera- litat, Carles Puigdemont, procedió ayer a clarificar el resto del calendario del proceso soberanista. A finales de este mes de junio y a caballo con el mes de julio, Junts pel Sí (la suma de la nueva CDC y ERC) realizará una campaña para explicar los contenidos de la denominada ley de transitoriedad jurídica, una norma trampolín que debe permitir el salto de la Cataluña autonómica a la Cataluña independiente dando, entre otras cosas, amparo legal al referéndum.

«La convocatoria del referéndum debe tener una base legal y lo que tenemos que hacer a nivel de Govern y de Parlament es prepararlo todo para que se pueda hacer en tiempo y forma», dijo ayer Puigdemont en una entrevista en Rac1, donde detalló los pasos que van a seguir los independentistas durante el verano.

Tras la explicación de la ley de transitoriedad jurídica, Junts pel Sí y la CUP procederán a su aprobación en el Parlament a finales de agosto. Puigdemont dará el último paso a «principios de septiembre» con la firma del decreto de convocatoria del referéndum. «Lo firmaré yo, pero sería una buena señal que lo firmara también el resto del Govern», comentó el president, y añadió que hay cargos que se han ofrecido a inmolarse con su firma tales como alcaldes y diputados.

El interrogante, claro, es saber qué hará una vez el Gobierno proceda a impugnar todas estas medidas. Puigdemont no dejó lugar a dudas y prometió desobediencia: «El día después de que el Tribunal Constitucional suspenda el decreto de convocatoria del referéndum lo seguiremos preparando».

Nada hace pensar, por tanto, que el presidente de la Generalitat contemple dar marcha atrás, sobre todo después de que las entidades soberanistas le exigieran en un acto el pasado domingo que «no negocie las urnas». Así las cosas, la inhabilitación para ejercer un cargo público no parece que vaya a disuadir a Puigdemont de sus planes, ya que, al fin y al cabo, el president no aspira a perpetuarse en el Palau sino todo lo contrario. A lo largo de toda la legislatura ha dicho que su idea es abandonar.

Antes de iniciar la campaña explicativa de la ley de transitoriedad, Puigdemont planea un último golpe de efecto en el Congreso de los Diputados. Esta misma semana escribirá una carta a la presidenta de la Cámara baja, Ana Pastor, para pedirle un mecanismo que le permita explicar el proyecto soberanista ante los diputados españoles. Su idea, dijo, es poder someterse a debate antes de pero no a votación. «Lo único que no se ha votado es la propuesta española para Cataluña», contraatacó.

El secretario de organización del PSC, Salvador Illa, replicó a Puigdemont que «no es sincero» cuando dice que quiere ir al Congreso de los Diputados para presentar su plan para celebrar un referéndum de independencia, y lo tachó de «chantaje». «Pensamos que no es sincero ofrecer diálogo cuando uno ya ha anunciado fecha y pregunta, lo que se quiere hacer es imponer un planteamiento político que no goza del apoyo de la mayoría de ciudadanos catalanes. Se asemeja más a un chantaje que a una oferta de diálogo», sostuvo el número tres de los socialistas catalanes.