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Placa vitrocerámica: cómo dejarla como nueva en solo 3 pasos
Estos son los consejos prácticos de limpieza para una cocina impecable

Mantener la vitrocerámica en perfecto estado no solo mejora la estética de la cocina, sino que también prolonga su vida útil. Con productos caseros y gestos sencillos, es posible recuperar su brillo original y protegerla frente a manchas y arañazos.
Cómo limpiar la placa vitrocerámica y dejarla impecable
La placa vitrocerámica es uno de los elementos que más sufre en la cocina. Las salpicaduras, restos de grasa y manchas difíciles pueden opacar su superficie si no se limpian correctamente. A continuación, te mostramos tres pasos efectivos, rápidos y seguros para dejarla como nueva, utilizando tanto remedios caseros como herramientas específicas para este tipo de superficies.
1. Bicarbonato de sodio para eliminar la grasa quemada
El bicarbonato de sodio es un aliado eficaz y económico frente a las manchas de grasa adherida. Para aplicarlo:
- Espolvorea una cucharada sobre la superficie fría.
- Extiende con un paño seco para cubrir la zona.
- Frota suavemente con un paño húmedo hasta eliminar los restos.
- Retira con agua limpia y seca con papel de cocina o un paño de algodón.
- Este método permite desincrustar la suciedad sin dañar el cristal de la vitrocerámica, evitando productos abrasivos.

2. Vinagre blanco contra las manchas de leche quemada
Las manchas de leche quemada son de las más resistentes. El vinagre blanco, gracias a su poder desincrustante, resulta ideal:
- Vierte medio vaso de vinagre sobre la mancha cuando aún esté reciente, pero nunca lo limpies en caliente.
- Espera a que la superficie se enfríe.
- Retira con un raspador especial para vitrocerámicas, disponible en cualquier tienda de hogar.
- El uso del raspador debe hacerse con movimientos suaves y sin ejercer demasiada presión para evitar rayar la placa.
3. Cómo proteger la vitrocerámica de arañazos
La regla principal para mantener intacta la vitrocerámica es no utilizar estropajos metálicos ni esponjas abrasivas. En su lugar, se recomienda:
- Limpiar con un paño húmedo o esponja suave.
- Secar después con papel absorbente o un paño de algodón para que no queden marcas.
- En caso de manchas persistentes, optar siempre por el raspador especial, nunca por alambre metálico.
- Estos cuidados sencillos previenen los arañazos y garantizan que la placa conserve su brillo durante más tiempo.
Las herramientas clave
La clave para mantener la vitrocerámica como nueva está en combinar limpieza regular con productos seguros y técnicas adecuadas. Bicarbonato, vinagre y las herramientas específicas para este tipo de superficies son suficientes para eliminar grasa, manchas difíciles y protegerla frente a arañazos. Con estos tres pasos básicos, tu cocina no solo lucirá más limpia, sino que también conservará su aspecto impecable día tras día.
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