Elecciones autonómicas

Rajoy esperará al Comité Federal del PSOE para mover más fichas

Tras las elecciones del domingo se ratificará de nuevo en su empeño de llegar al Gobierno

Rajoy hizo ayer campaña con el candidato a la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, en el municipio de Santa Comba
Rajoy hizo ayer campaña con el candidato a la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, en el municipio de Santa Combalarazon

Tras las elecciones del domingo se ratificará de nuevo en su empeño de llegar al Gobierno

Las últimas encuestas han servido para que el PP se instale en un cierto estado de confianza respecto a las elecciones del próximo domingo en el País Vasco y en Galicia. Tienen confianza en que el PP gallego conseguirá mantener la Xunta, condición que facilitará a Mariano Rajoy perseverar públicamente en su empeño de seguir aspirando a la presidencia del Gobierno.

De hecho, después de esos comicios, y si se cumplen sus previsiones, lo primero que hará Rajoy será volver a ratificar su voluntad de ejercer su «derecho» a gobernar como candidato de la lista más votada. Rajoy está a la espera de ver por dónde respira el PSOE tras esos comicios y cómo evoluciona su crisis interna. «Es muy pronto para decidir nuevos movimientos», sentencian en la dirección del PP cuando se les pregunta por los próximos pasos que puedan dar tras las elecciones vascas y gallegas. Están a la espera de los resultados, pero, sobre todo, de ver qué ocurre en Ferraz y qué pasa en la próxima reunión del Comité Federal socialista.

La dirección popular redoblará su presión sobre el PSOE, pero, a partir de ahí, sobre si puede haber nuevos contactos o cualquier otro tipo de movimiento, «habrá que ver por dónde tiran en el PSOE», puntualizan. Cada vez hay más convencidos de que no hay una salida alternativa a la de otras elecciones generales, menos en Moncloa y en la dirección del PP, donde siguen apostando por que al final, para evitar esas elecciones, en el PSOE «pasarán cosas» que acabarán con el bloqueo.

Rajoy no tiene más «armas» que mantener la presión sobre el PSOE, porque la opción de que sea el PNV el que se mueva, y facilite de esa manera la abstención socialista, se enfría. La posición de la cúpula popular es que no hay alternativa a que el PSOE se siente a hablar con ellos tras el 25-S si de verdad quieren evitar otras elecciones.

El líder popular estuvo ayer en Galicia y hoy hará parada en el País vasco. En esta recta final la instrucción desde los equipos de campaña, sobre todo el gallego, es que se traslade a la militancia el mensaje de que no caigan en la tentación de confiarse en las encuestas porque en el caso de la Xunta «la mayoría absoluta está en el aire».

La gobernabilidad y el bloque político están siendo el elemento central del discurso electoral de Rajoy. Especialmente en Galicia, bajo la bandera de que si no dan una mayoría estable a su candidato, Alberto Núñez Feijóo, el riesgo al que se enfrenta es que se repita el espejo de Madrid. Ayer, en Santa Comba, municipio de la provincia de A Coruña, el jefe del Ejecutivo en funciones aseguró que confía en que «el buen sentido de la gente» otorgue a su partido la mayoría absoluta que necesita para poder seguir gobernando.

Rajoy esquivó las preguntas ajenas a las elecciones gallegas y se volcó en la calle, una estrategia que viene practicando en las últimas citas con las urnas. En esta ocasión, con el lema de que el PSOE será responsable de llevar de nuevo a los españoles a unas terceras elecciones. Mientras los socialistas resuelven su división interna, en Génova se preparan para continuar activando la maquinaria del partido en cuanto pasen las elecciones del domingo. No se parará nada, sino que seguirán con la movilización y los actos de partido por si en diciembre toca de nuevo votar.