Austria

Un toque de atención

La Razón
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El resultado de las presidenciales en Austria conlleva tomar en cuenta una serie de consideraciones con consecuencias tanto a nivel interno como internacional, tanto para el sistema político de Austria como en el seno de la UE. En primer lugar, supone la última representación del auge del euroescepticismo, pues el candidato de ultraderecha, Norbert Hofer, perdió por sólo un 0,6% de los votos. En la primera vuelta, fue el más votado. Hofer hizo campaña con pistola Glock en mano asegurando que era necesario armar a los austriacos para reaccionar frente al flujo migratorio y tras la ajustada victoria de Van der Bellen, el país ha quedado fracturado. El hastío de los austriacos con sus gobernantes les ha alejado del sistema político hasta ahora escenificado en la pequeña República. Este distanciamiento ha provocado que busquen un refugio en partidos extremistas como el de Hofer.

El populismo y las fuerzas tecnocráticas cotizan al alza cuando la política democrática no puede mantener sus promesas. Tras la crisis de 2008, la UE no tuvo ni la capacidad ni la sabiduría políticas para superar el bache. Las últimas elecciones europeas evidenciaron el cambio de equilibrios ideológicos y puso sobre la agenda política el incremento del euroescepticismo. Por otra parte, en los últimos años esta señal se ha propagado a través de los Estados miembros en varias citas electorales. En España se rompió con el bipartidismo en favor de la extrema izquierda encabezada por Podemos. Esta tendencia antisistema, anti UE y antiliberalismo es una realidad. Todo esto enmarcado en un referéndum en Reino Unido que se celebrará en un mes y que, si sale adelante, será un hito en la historia de la integración europea no pone las cosas fáciles. Una posible solución de esta larga crisis de identidad podría ser el desarrollo de una relación que funcione bien entre el libre mercado y la democracia. En la UE, bajo el viento del populismo y las soluciones tecnócratas, hay que apostar por la potenciación de las instituciones, así como recordarle a todos los ciudadanos las ventajas de la integración europea y la necesidad de una casa común de libertad, seguridad y justicia.

*Profesor de Ciencias Políticas en la Universidad Luiss de Roma