Famosos

Armas de mujer

Carmen Lomana con Sandra García Sanjuan en la inauguración de Starlite
Carmen Lomana con Sandra García Sanjuan en la inauguración de Starlitelarazon

Pienso que la mujeres estamos en un momento histórico para alegrarnos y que nos de un gran subidon. La historia de amor del presidente más joven de Francia (39 años) con su profesora de colegio 24 mayor, con la que se casó más tarde a pesar de haberla conocido casada y con tres hijos, es un hito que levanta la moral a cualquier mujer, haciéndonos ver que muchos hombres inteligentes no sólo se enamoran del físico. Brigitte, la afortunada primera dama de Francia, me recuerda a esas americanas de los años sesenta tipo Doris Day con una piel estropeadísima, piernas muy delgadas a las que falta turgencia, pero que a pesar de estas pequeñeces resultan estilosas y pizpiretas, con aspecto de ser simpáticas y felices, sin el menor complejo luciendo sus minifaldas. Imposible un color más de acuerdo con su físico y su aspecto sesentero que ese azul cielo del conjunto diseñado por Nicolás Ghesquiere. El pelo al estilo Silvie Vartan, melena corta cuadrada con cardado, merece otro apartado por sí solo. El día de toma de posesión decidió recogérselo en un moñito italiano que le queda mucho mejor. Se la veía pletórica de la mano de su marido, una gran familia, hijos y nietos acompañándola, por cierto fatal vestidos todos y dejando muy mal esa leyenda de la elegancia francesa. Y yo pregunto: «¿Macron no tiene familia propia?, porque les aseguro que no los he visto en ninguna de las fotos de su toma de posesión. Que alguien me saque de esta duda... Brigitte Macron estoy segura de que llevará un nuevo talante al Elíseo y será la mano que dirigirá en muchos aspectos a su marido, no detrás ni en la sombra, sino a su lado.

Al día siguiente otra mujer era la protagonista de la primera visita del presidente de Francia. Merkel lo recibió en la Cancillería. Macron quería demostrar su europeísmo y rendir pleitesía a «la jefa». Cuatro presidentes de Francia han pasado por la foto con Merkel y deja bien clara su formidable fortaleza política que hoy por hoy parece irreductible y más si tenemos en cuenta las sucesivas victorias en las últimas elecciones regionales que allanan el camino para una cuarta el próximo septiembre.

Cuando hablamos de igualdad de género estos son nuestros mejores ejemplos sin necesidad de tener un talante reivindicativo frente a los hombres como si fuesen nuestros peores enemigos. Nuestros peores enemigos somos nosotras mismas con miedos e inseguridades. Una mujer demuestra su valía y gana su lugar en la sociedad con sus actos, su preparación intelectual y laboral, demostrando a todo el mundo su valía y buen hacer, no dejándose humillar ni intimidar. Nunca más que ahora tenemos todas las cartas a nuestro favor para conseguir lo que nos propongamos sin avasallar y si puede ser una sonrisa y, desde luego, utilizando también nuestra intuición y mano izquierda. Quizá éstas sean las más potentes armas de mujer y no un exhibicionismo fatuo de nuestro cuerpo o las tontas formas de debilidad femenina.

Cuando estuve en «Supervivientes», las más fuertes, las que mejor soportábamos el hambre, el frío, el calor, los bichos... éramos las mujeres. Esos jóvenes llenos de musculitos eran los que más lloriqueaban y querían marcharse. La fortaleza que más nos ayuda es la mental y en ésta yo creo que somos campeonas desde el momento que somos capaces de crear vida y parir. No quiero terminar este artículo sin referirme a una persona a la que quiero y admiro: Antonio Banderas que ha sido boicoteado en un proyecto cultural de primer nivel para Málaga. Para convertir el emblemático edificio del cine Astoria en un espacio cultural y gastronómico de nivel internacional. La izquierda populista se ha convertido en un coro de difamadores que atacan cualquier aportación privada al desarrollo económico. Antonio ha tirado la toalla y decide no continuar algo que hubiera mejorado la imagen y la economía de su ciudad natal.