Trabajo

Llamamiento desesperado al Rey

Tres jóvenes emigrantes andaluces piden a Felipe VI que interceda por ellos en su inminente viaje a Arabia Saudí. Regresaron a España obligados y sin percibir los alrededor de 150.000 euros correspondientes a más de medio año de trabajo

El “megaproyecto” en el que trabajaron los aparejadores
El “megaproyecto” en el que trabajaron los aparejadoreslarazon

Tres jóvenes emigrantes andaluces piden a Felipe VI que interceda por ellos en su inminente viaje a Arabia Saudí. Regresaron a España obligados y sin percibir los alrededor de 150.000 euros correspondientes a más de medio año de trabajo

El Rey Felipe VI llegará a Riad el sábado por la tarde con una agenda marcada por la previsible firma de un contrato de Navantia de más de 2.000 millones (de hecho, la Junta de Andalucía no esconde unas «importantes expectativas», por la confianza de un «magnífico embajador en estos asuntos»). Un viaje a Arabia Saudí que tres jóvenes aparejadores confían en que sirva para resolver un conflicto –de un volumen comparativamente insignificante– al que a unos 7.000 kilómetros de distancia resulta casi imposible poner fin. Es por ello que han remitido una carta a la Casa Real, a la embajada española y a los medios de comunicación rogando que Su Majestad interceda y puedan cobrar una deuda de casi 150.000 euros, con la que regresaron del Reino de Salmán bin Abdulaziz.

Arquitectos técnicos

La construcción ha sido uno de los sectores más castigados por la crisis económica y financiera. No menos de 5.000 arquitectos y aparejadores españoles optaron en su día por buscar fuera del país el trabajo que aquí se les negaba. El desempleo en esta profesión ha llegado a alcanzar el 80% en la franja comprendida entre los 25 y los 35 años. Ante un panorama desolador, la búsqueda de mercados emergentes, a miles de kilómetros de casa, era la única esperanza de iniciar una carrera profesional o continuarla. China, Alemania, Qatar, Suiza, Noruega, Canada... incluso India han sido el destino de muchos recién graduados andaluces. Pero no es oro todo lo que reluce. Detrás de esas ofertas de trabajo, algunas de ellas muy jugosas económicamente hay grandes sacrificios personales que no siempre acaban bien.

Estos tres arquitectos técnicos, de Sevilla, Granada y Burgos, fueron contratados por la empresa Saudí Oger Ltd para desarrollar e intervenir en diferentes proyectos por todo el país de Oriente Medio. El sevillano Francisco Conde, relata como, «a partir de enero de 2016, esta empresa, argumentando ausencia de liquidez, comenzó a faltar a su obligación de hacer frente a los salarios, dietas, seguros médicos y, sobre todo, la renovación de los permisos de residencia, trabajo y visados», imprescindibles para residir en el régimen de Arabia Saudí. «Por esta última razón, nos vimos obligados a salir del país, sin posibilidad de volver, por temor a convertirnos en ciudadanos ilegales y las nefastas consecuencias que esta situación hubiera conllevado», añade.

Más de un año después del cobro de la última nómina, la deuda asciende a casi 150.000 euros. La empresa quebró recayendo la responsabilidad de pago en el Ministerio de Trabajo Saudí, «del cual solo encontramos reiteradas promesas incumplidas», señala la misiva a la Casa Real española, «como nos consta por la información recibida a consecuencia del buen trabajo de seguimiento desempeñado por nuestra embajada, a través de nuestro cónsul en el Reino».

Una oportunidad... con riesgo

Aprovechando el viaje de Felipe VI, «primer representante del Estado español y de sus ciudadanos», solicitan que su reclamación se incluya entre los «temas bilaterales» a tratar, al entender que se trata de una «situación injusta» para un grupo de profesionales que han realizado su cometido «con la máxima calidad» y contribuyendo a «la buena reputación de la ‘marca España’ en tierras extranjeras».

Conde recuerda, además, que las gestiones del Gobierno francés, a través de sus primeros representantes políticos, para solucionar la similar situación de profesionales galos en tierras saudíes han resultado fructíferas, quedando resueltas las deudas contraídas.

Detrás de cada uno de los componentes del grupo hay familia y desasosiego, pero también una enorme frustración por no ver correspondidos meses de sacrificio y duro trabajo en un país «difícil». Conde, que regresó cuando se la deuda se hizo asfixiante, narra precisamente cómo estuvo más de un año y medio viviendo en un hotel, saliendo exclusivamente para trabajar. «Profesionalmente es una oportunidad única, pero la situación que hemos acabado viviendo resultaba insostenible y, lo que es peor, peligrosa».

Un oasis de la construcción en plena crisis

El King Abdulaziz Center for World Culture, el megaproyecto que llevó a estos españoles a Dhahran, en el Golfo Pérsico, e ideado por Saudí Aramco, llegó a dar trabajo a 5.000 empleados de todas las nacionalidades (USA, Francis, Portugal, Filipinas, Pakistán...). El cuerpo técnico lo componían unos 150 ingenieros, arquitectos y arquitectos técnicos, y contaba con un presupuesto inicial de 500.000.000 euros.