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«Maracaibo tal vez», democracia quizás

Miguel Ruiz Poó disecciona la situación de Venezuela a través de una novela a 4 voces, una de ellas múltiple: Twitter

El poeta y periodista Miguel Ruiz Poó
El poeta y periodista Miguel Ruiz Poólarazon

Miguel Ruiz Poó disecciona la situación de Venezuela a través de una novela a 4 voces, una de ellas múltiple: Twitter

«La sangre de Carlos José Moreno (17 años) está en tus manos Maduro. Cobarde». El tuit es de Alejandro Sanz, la referencia temporal es ahora y el contexto espacial, Venezuela. La historia de «Maracaibo tal vez» (Samarcanda) arranca con un robo en el aeropuerto de Caracas. El protagonista es el editor Juan Galván, que viaja hacia el Festival de Poesía de la ciudad. De pronto #todossomosjuangalvan se convierte en trending topic en Venezuela en plena escalada de violencia entre Gobierno y oposición. La batalla se traslada a las redes, ante el vacío informativo. La novela une varias voces, arrancando con la del propio Galván y acompañado en la narración por la periodista Nadezka Álvarez y Perozo, miembro de los servicios de inteligencia. El muro de Twitter se convierte en el cuarto personaje. ¿Quién es Juan Galván? ¿Existe en realidad? ¿Qué ha venido a hacer? Tras estas preguntas, Miguel Ruiz Poó se adentra en la comprensión de lo que realmente está sucediendo en Venezuela.

Poó es un apellido que proviene de Asturias. Miguel Ruiz Poó (Valencia, Venezuela, 1980) –periodista y postgrado en Creación Literaria y Escritura Creativa– llegó a Sevilla en 2002 siguiendo los versos de Lorca que su abuela le regaló de niño y que sembraron en él el interés y el amor por la poesía. Ruiz Poó transita de escribir de lo que sucede en una terraza o un dormitorio, de la anatomía de lo cotidiano –«Crónicas Daltónicas» supuso su debut literario–, al trasfondo de la situación de su país. Con acento venezolano, a pesar de que lleva ya tiempo en Sevilla, atisba Venezuela «lejos y un poco complicado». «Maracaibo tal vez» tiene «la base real de las revueltas estudiantiles desarrolladas» en el país de Hugo Chávez «más la experiencia de un amigo editor, Juan Galván –Juan Gavala en la vida real–, en un viaje que hizo en 2012». La experiencia real se mezcla con los sucesos políticos que ocurren en Caracas. Ahora se cumplen 15 años del golpe de estado en Venezuela y el libro coincide con la decisión del Tribunal Supremo de anular la Asamblea Nacional, que desató las revueltas y manifestaciones. Al final, el tribunal se echó para atrás y «ahí sigue la lucha y las revueltas populares». «Maduro con sus declaraciones él mismo se descalifica, hace unos días dijo que se le posó una mariposa y era el espíritu inmortal de Chávez». Un intento frustrado de adoptar el tono y lenguaje de Chávez pero sin su carisma y su magnetismo. Una sensación de tristeza, «de oportunidad perdida», inunda la obra. «Por lo que se movió y los procesos de cambios que empezaron hace casi 20 años, también de mirar hacia el futuro». El libro tiene «pinceladas de la Venezuela actual, la manipulación de la prensa, el bloque informativo y la paranoia existente». «El hilo constitucional se pierde en Venezuela», señala el autor, con un deseo final, como una postada desesperada: «que se pacifique y tome otro cariz la vida de los venezolanos que están pasando dificultades». El contexto de la obra es «similar al de ahora». «Las protestas estudiantiles se extendieron al resto de la población y surgió el movimiento SOS Venezuela, de información y difusión en las redes sociales de lo que estaba pasando», explica. «Me llamó la atención cómo se salva el bloqueo del Gobierno», señala. Y se ve también la doble vertiente, la democratización de las redes, y el peligro que supone el contenido que se publica, contraprogramándose con noticias falsas. Una historia de «dualidad en la calle y dentro de uno mismo. Una sensación de oportunidad perdida, de país secuestrado. Una clase dirigente con demasiado poder. No llega a dictadura pero es verdad que desde los últimos años de Chavez y con Maduro se ha radicalizado», indica Ruiz Poó. «El culmen de este proceso pudo ser la anulación de la Asamblea Nacional, la gota que colmó el vaso. Aunque luego se reaccionó, el daño ya estaba hecho. El último paso del secuestro total de los poderes», advierte. Maduro habla de una unión cívico militar. «Las armas están con nosotros», repite. Milicias, «colectivos, le llaman. Armados por el Gobierno y utilizados como grupos de choque» y amparados por el « bloqueo informativo de los medios venezolanos. No se retransmitieron imágenes de las marchas multitudinarias». «Sin solución» a corto plazo, «lo mejor sería que se adelanten las elecciones» ante lo que Ruiz Poó considera «la tormenta perfecta». Urge «una Transición a la venezolana, una pacificación, que dejen el poder con garantías». Entretanto, «la gente ha perdido el miedo». «En las clínicas privadas no tienen suero. En las públicas, «nada de nada». «Si no estás ocupado naciendo, estás ocupado muriendo», canta Bob Dylan.