Sevilla

Vidas en espera

Usuarios de la sanidad pública relatan sus experiencias de años en listas con «bultos en las rodillas de cuatro kilos» o daños en el corazón

La sanidad ha impulsado numerosas protestas en los últimos meses
La sanidad ha impulsado numerosas protestas en los últimos meseslarazon

Usuarios de la sanidad pública relatan sus experiencias de años en listas con «bultos en las rodillas de cuatro kilos» o daños en el corazón

La propia presidenta de la Junta, Susana Díaz, se ha marcado como «objetivo» prioritario del Gobierno que comanda acortar las listas de espera y aligerar la estancia en las urgencias hospitalarias para contribuir a que el grado de satisfacción de los ciudadanos con el sistema sanitario público sea «mayor» y porque «no pueden ser la excusa de quienes quieren hacer negocio con la salud de las personas» a la hora de «poner en cuestión nuestra joya de la corona». Usuarios de ese servicio, del SAS, aseguran que «tienen trabajo por delante». Varios de ellos relatan a LA RAZÓN sus experiencias con las primeras, envueltas a menudo en denuncias de «maquillaje».

Loli M. P. padece desde hace 25 años «una enfermedad crónica: diabetes». Necesita una «reducción de estómago» e inició «en 2013» el proceso para lograrla. Al siguiente, en 2014, comenzó «con las pruebas» y en abril de 2015 se la declaró «apta para la operación». Lleva desde entonces en una noria de expectativas. «Tengo 46 años y muchas complicaciones de salud. He cumplido mi parte. Me dijeron que tenía que adelgazar para poder entrar en quirófano y lo he hecho. ¿Por qué no responden ellos y me llaman de una vez? ¿Quieren que me eche atrás o que me pase algo?», se pregunta, para apuntar que le han transmitido que «al menos hasta el verano que viene» no tendrá «buenas noticias». «Y ya veremos si no me pasa como a otros pacientes, que les han hecho pruebas de anestesia y se las van a tener que repetir al no citarlos luego en los plazos marcados para operarlos», lanza.

De esto sabe N. S. A. Su madre, de 56, aguarda «desde hace dos años y tres meses». En su caso soporta «bultos de más de cuatro kilos que le han salido en la cara interna de las rodillas de las dos piernas provocados por lipodistrofia», un trastorno en el metabolismo de las grasas. «No puede andar, se le están deformando los pies y sufre dolores, que se suman a los de hueso que también padece. No puede ya casi salir a la calle», dibuja su hija, quien ha formalizado varias reclamaciones, la primera de ellas «al año y medio» de aguantar. «Para callarme la boca le han hecho ya la prueba de anestesia, que exigiré que le repitan si no la llaman al final antes de tres meses», avisa. Reprocha a Díaz y «a los políticos en general» que «repitan que la sanidad andaluza es la mejor y que va perfectamente, cuando hay gente pasándolo muy mal en su casa». Su madre acumula bultos en otras partes del cuerpo que habrá que atender y N. S. A. confía aún en que «lo hagan sin tener que pasar por lo mismo». «Entiendo que haya gente que tenga prioridad, pero vivir más de dos años en la situación de mi madre es muy duro», remata.

Juan M. G. ha sufrido dos infartos y está «operado del corazón». Ha pasado «más de año y medio esperando» para que «le hicieran una revisión», explica. Lo logró por fin hace unas semanas, «reclamación mediante» de nuevo, pero ahora teme que se repita el mirar el calendario porque tienen que realizarle «varias pruebas de cardiología» para «comprobar que todo sigue yendo bien». Está cansado de que la angustia siga siendo su compañera.

En el caso de Manuel, tenían que intervenirlo del ojo izquierdo. Sus quejas llegaron tras «más de 18 meses» de correr el reloj sin que lo hicieran. «Con el derecho no veo nada», lamenta. Tras insistir, dado que «no podía hacer vida normal», le telefonearon. Vive en una localidad de la sierra sevillana, pero le indicaron que debía trasladarse «al centro de la Cruz Roja» de la capital hispalense, a más de un centenar de kilómetros, «que es privado». «Me dijeron que tenía que estar allí a las 10:30 horas y que no había transporte sanitario para llevarme. No veo, no puedo conducir y en el pueblo sólo hay un autobús que sale a una hora fija y que recorre todos los municipios de alrededor», resume. Afirma haber trabajado en Londres durante tres décadas y «haber gastado en Andalucía sus ahorros», para encontrarse con que «tienen a los pueblos abandonados». Le quedan operaciones pendientes y le preocupa «acabar» quedándose «ciego del todo».

«Es vergonzoso e injusto»

Desde Huelva son varios los testimonios de quienes transmiten a este diario que llevan «alrededor de dos años aguantando dolores» y sin poder acceder a «una consulta de reumatología», lo que se repite «en otras especialidades». Sindicatos y plataformas han puesto el foco en las listas de espera, entre ellas Médico 24 Horas «Ya» de la sierra Sur de Sevilla, que ayer finalizó un encierro-protesta, esta vez en el Ayuntamiento de Aguadulce. Su portavoz, María del Carmen Romero, cree «vergonzoso» e «injusto» que «no contraten médicos, cierren quirófanos y manden a los pacientes a la privada tras meses» de dilación. Exige a Díaz que «ponga los medios» para acortar los tiempos «de verdad».