Castilla y León

Casi la mitad de los médicos de familia se jubilarán en cinco años

Sólo las nuevas incorporaciones asegurarían que el sistema de salud entrara en estado de shock

Un médico de familia atiende a una paciente, en un pueblo de Valladolid
Un médico de familia atiende a una paciente, en un pueblo de Valladolidlarazon

Mejor prevenir que curar. Bajo esta premisa trabaja la Consejería de Sanidad con el objetivo de evitar las jubilaciones en cadena de médicos de familia que se sucederán en los seis próximos ejercicios en Castilla y León. En concreto, 1.221 facultativos de Atención Primaria cumplirán los 65 años de edad en este tiempo, entre 2017 y 2022, lo que supone el 42 por ciento de la plantilla actual, 2.913 efectivos.

No obstante, para evitar entrar en shock y reducir a la mitad estas cifras, Sanidad tiene ya abiertos varios frentes para anteponerse a «un riesgo» que está sobre la mesa y con los que prevé reducir a la mitad, hasta los 600, el número de efectivos que guardará el fonendoscopio en el cajón, y garantizar incorporaciones nuevas. «Existe un pequeño riesgo de futuro en Atención Primaria, pero tenemos herramientas y las estamos utilizando para reducir muy mucho los riesgos de una demografía médica que va a entrar en edad de jubilación en un período corto de tiempo. La situación es controlable y en ello estamos», sentenció en declaraciones a Ical el consejero de Sanidad, Antonio María Sáez Aguado, quien reconoció que la «cifra no es baladí» y que está obligando a un estudio de plantillas para avanzar con pies de plomo.

Entre las medidas figuran la autorización de todas las peticiones de prolongación del servicio a los que cumplan la edad de jubilación; reactivar el sistema de concurso de traslados y las oposiciones; se trabaja en cómo incentivar puestos menos atractivos y con difícil cobertura, y se ha modificado la normativa vigente para permitir a la contratación de profesionales extracomunitarios como personal estatutario temporal para poder cubrir las necesidades del sistema. No en vano, el 30 por ciento de los residentes de Medicina de Familia que cursan la especialidad en Castilla y León son de fuera de la Unión Europea, lo que hasta la fecha les impedía ser contratados.

A ello se suma que en 2017 la Consejería prevé autorizar la prolongación del servicio activo a todos los que lo soliciten y abrir la mano para que la mayoría continúe en el sistema hasta los 70. Esta instrucción ya ha llegado a todas las gerencias de área y ha provocado que, de los 115 licenciados especialistas en Medicina Familia y Comunitaria que cumplían la edad de jubilación en este año, ya haya 42 que cuenten con la autorización. Se estima que en diciembre la mitad reciba el visto bueno, hasta unos 75.

Con este paso, la Consejería ha querido «sujetar» así la salida de profesionales, una excepción en su plan de ordenación de recursos que se está convirtiendo en norma, ya que año tras año se han ido reduciendo las jubilaciones forzosas en la Región.