Cuatro personas han perdido la vida ahogadas este año en Castilla y León

En lo que llevamos de año, cuatro personas han perdido la vida ahogadas en piscinas, ríos o pantanos de nuestra Comunidad, una más que el pasado año por estas mismas fechas, según los datos que facilitaba ayer la Real Federación Española de Salvamento y Socorrismo en su habitual informe de cada año.

Tres de estos siniestros se produjeron en Valladolid y el cuarto restante en Salamanca, mientras que todos los fallecidos eran varones. Cuatro víctimas que suponen el 1,5 por ciento de los casos registrados en toda España, en un año trágico y horrible en este sentido, con 271 muertes contabilizadas en nuestro país hasta el pasado 31 de agosto, la mayoría de ellas en Andalucía (48), Cataluña (38) y en la Comunidad Valenciana y Galicia, con treinta fallecidos por ahogamiento en cada una. El informe presentado ayer en Valladolid revela también que julio, con 85 muertes -casi tres al día-, ha sido el peor mes de este año, y que en agosto, aunque descendió algo, se produjeron también 66 fallecimientos por ahogamiento en playas, piscinas y otros espacios acuáticos en España, más de dos al día.

En el caso de Castilla y León, el primer ahogamiento de este año tenía lugar el pasado mes de marzo cuando un hombre de 44 años fallecía en un río de la provincia de Valladolid mientras que el último se producía en julio en una piscina de la localidad vallisoletana de Medina del Campo, cuando un varón de 79 años murió pese a la existencia de un socorrista en la instalación. También se registraba un incidente mortal en mayo, con un niño de dos años que perdía la vida ahogado en una piscina de Valladolid, y otro más en un río de Salamanca en el que fallecía un joven rumano de 21 años.

El estudio apunta también que siete de cada diez ahogamientos se producen en espacios sin vigilancia, sobre todo ríos, balsas, pozos, torrentes y pantanos

Por ello, desde la Federación de Socorrismo y Salvamento insisten en pedir a la gente que extreme la precauciones a la hora de sumergirse en el agua y repiten con insistencia la palabra prevención. «La gente no es consciente de donde se mete y ni siquiera lee la normativa de cada instalación», advierten. Igualmente, recuerdan los peligros de los ríos y, sobre todo, de los pantanos donde es necesario conocer las características del lugar, saber si hay servicio de rescate y tratar de tomar un baño acompañado ante cualquier peligro como una corriente de agua.