Tribunal Constitucional

Otro paso para la desconexión

El Parlament tramita el Código Tributario de Cataluña, que traza la estructura de la futura Hacienda catalana para su soberanía.

Varios diputados y consellers del Govern arropan a la presidenta del Parlament, Carme Forcadell.
Varios diputados y consellers del Govern arropan a la presidenta del Parlament, Carme Forcadell.larazon

El Parlament tramita el Código Tributario de Cataluña, que traza la estructura de la futura Hacienda catalana para su soberanía.

El Parlament de Cataluña dio ayer otro paso para la denominada desconexión, en este caso con un avance que, si bien no es de gran envergadura, sí que sirve para ir perfilando la futura Hacienda catalana. Junts pel Sí y la CUP consiguieron que su proyecto de Código Tributario superara el primer trámite en el Parlament tras superar las enmiendas a la totalidad de Ciutadans, PP, PSC y Catalunya Sí que es Pot.

«Ponemos los cimientos de la Administración tributaria, estructura fundamental para nuestro país», proclamó Maria Senserrich, diputada de Junts pel Sí. Este Código Tributario, explicó Eulàlia Reguant (CUP), es «el marco de todas las herramientas de que nos debemos dotar para ejercer nuestra soberanía». No entra, por tanto, en el detalle de cómo conseguir la llave de la caja de los impuestos –auténtica clave de la soberanía fiscal– sino que traza un esqueleto de la futura Agencia Tributaria de Cataluña. «Esta primera ley apenas dibuja estas estructuras, apenas establece aquello de lo que nos debemos dotar, y nos queda camino por recorrer de Cataluña», dijo Reguant.

El Código Tributaria establece los cuatro pilares que sostendrán la Hacienda catalana. La Dirección General de Tributos será el órgano encargado de gestionar, liquidar, inspeccionar y recaudar tributos; la Junta de Tributos resolverá las reclamaciones y los recursos en materia tributaria; el Consejo Fiscal actuará como organismo consultivo y de asesoramiento; y el Instituto de Investigación Fiscal y de Estudios Tributarios será el encargado de desarrollar aspectos relacionados con la investigación sobre hacienda y sistemas tributarios.

El secretario de Hacienda del Govern, Lluís Salvadó, subrayó que esta «estructura de la arquitectura institucional» es «absolutamente compatible», en su opinión, con el marco legal vigente ya que «estamos capacitados para mejorar nuestra agencia tributaria». Y lo cierto es que técnicos del Ministerio de Hacienda (Gestha) aseguraron a través de un comunicado que el nuevo Código Tributario está redactado «dentro de las posibilidades que permite la normativa vigente en España y, de hecho, presenta muchos paralelismos con las figuras fiscales estatales»

En cambio, los grupos de la oposición advirtieron del riesgo de desbordar la legalidad.El diputado del PP Enric Millo consideró que el Código Tributario desarrolla parte de la resolución del 9N suspendida por el Constitucional, por lo que se trata de «un paso más en la escalada de despropósitos» que impulsan los partidos independentistas.

El diputado de Ciudadanos Antoni Espinosa dijo que la iniciativa de los dos grupos independentistas es «otra provocación al Estado y un engaño a los ciudadanos», ya que previsiblemente acabará impugnada ante el Tribunal Constitucional. Según Espinosa, la norma pretende «suplantar» a la agencia tributaria estatal por una «estructura de Estado».

Por su parte, la diputada del PSC Alicia Romero consideró que Junts pel Sí y la CUP han sido «poco valientes y atrevidos» por temor al Constitucional, lo que les ha llevado a presentar en el pleno un texto «confuso» que va más en la línea del «postureo». La diputada socialista, además, criticó que con esta ley se abre la puerta a la privatización y se reduce el control democrático al haber una mayor dependencia del Govern.

Desde las filas de Catalunya Sí Que Es Pot, el diputado Albano Dante Fachin apreció un «problema muy grave» con la creación del consejo fiscal, que calificó de «trampa»: «Podrán hablar de ley de desconexión con el Estado, pero el consejo fiscal no es más que una hacienda al servicio de las grandes corporaciones que no quieren pagar impuestos».