Iñaki Zaragüeta

Lo que ocurre en Podemos es alucinante

La Razón
La RazónLa Razón

Imaginemos por un momento que Mariano Rajoy apoyara el referéndum en Cataluña, que en mi opinión es casi lo mismo que defender la independencia. Quien quiere seguir siendo España, no necesita referéndum cuando su tesis está amparada por la Constitución y las leyes. Además y para que no hubiera duda le encantara negociar y apoyarse en Bildu.

Sigamos imaginando que su novia, María Dolores de Cospedal, por poner un ejemplo, integrara la cúpula de mando del Partido Popular. Un día, sin embargo, por los vaivenes y caprichos del amor, cambiara de novia, Soraya Sáez de Santamaría por ejemplo de nuevo, ésta relevara a Cospedal y ésta, por supuesto, fuera enviada al gallinero y pasados por la piedra política todos sus simpatizantes.

Que Fernando Martínez-Maillo tuviera una trabajadora doméstica sin dar de alta en la Seguridad Social y, además, se atreviera a denunciar al Gobierno por esos casos. Que Andrea Levy hubiera adquirido una vivienda de protección oficial para ganarse unos dividendos, y lo mismo hubiera hecho Pablo Casado. Que Cristóbal Montoro eludiera declarar a Hacienda unos ingresos millonarios en pesetas por aconsejar imaginariamente a una dictadura. O que Luis de Guindos acudiera a una manifestación contra un producto que, diariamente, consumía a título individual.

Todo eso sucede en Podemos y sus dirigentes denuncian sin ningún pudor aprovechando sus palmeros mediáticos. Alucinante. Si lo que acontece en Podemos sucediera en el Partido Popular, su presidente y adyacentes no podrían salir a la calle. Por muchísimo menos, más de cuatro han sido objeto de crueles escraches.

¡Cómo no va a ser la corrupción la gran preocupación de los españoles si, con lo que ha caído, prevén semejante expectativa! Así es la vida.