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Nace el primer mapa de materia oscura

A la izquierda, el grupo de galaxias rastreadas por el proyecto KIDS. A la derecha, la misma zona del cielo, pero con la materia oscura marcada en rosa
A la izquierda, el grupo de galaxias rastreadas por el proyecto KIDS. A la derecha, la misma zona del cielo, pero con la materia oscura marcada en rosalarazon

Un proyecto internacional determina que los cúmulos de galaxias contienen 30 veces más materia oscura que visible.

Imagine que un día descubre que su cuerpo es un 85 por ciento más grande de lo que aparenta, que en su habitación hay casi el doble de espacio del que usted puede utilizar o que en su cuenta corriente en realidad hay un 85 por ciento más de dinero al que nunca tendrá acceso.

Pues algo parecido les pasa a los astrónomos con el Cosmos. Desde hace décadas sabemos que el universo tiene un 85 por ciento más de materia de la que podemos detectar. Es la llamada materia oscura, no brilla ni absorbe luz pero sabemos que está ahí. Se puede detectar por el efecto que su presencia produce en las galaxias y estrellas que sí vemos. Éstas se comportan de un modo extraño y viajan a velocidades demasiado rápidas, sólo explicables porque algo invisible está tirando gravitacionalmente de ellas.

La materia oscura es una suerte de fantasma que asombra a la ciencia. Y que ahora puede que esté un poco más cerca de ser apresado porque un inmenso proyecto astronómico que utiliza los telescopios más potentes del Observatorio Europeo Austral empieza a mostrar con más claridad que nunca la relación entre ese misterio cósmico y las galaxias brillantes que sí podemos ver.

El proyecto, llamado Kilo-Degree Survey (KIDS) utiliza imágenes del telescopio VLT instalado en el observatorio de Cerro Paranal en Chile. Se encarga de escudriñar el cielo nocturno en busca de la menor emisión de luz visible y se complementa con imágenes en infrarrojo.

Con esta tecnología se pretende «intuir» dónde hay materia oscura. El mejor modo de hacerlo es mediante la observación lentes gravitacionales. La gravedad de un gran objeto estelar puede ser tan poderosa que distorsiona la imagen de otro objeto que esté detrás de él. De ese modo, aunque la materia oscura es invisible, los astrónomos pueden intuir su presencia cuando reciben imágenes distorsionadas de objetos que sí son visibles. En una primera fase del proyecto, que fue presentada ayer, los científicos han rastreado imágenes de dos millones de galaxias distintas que están a una media de 5.000 millones de años luz de distancia. Han buscado distorsiones en su luz que pudieran indicar la presencia de algún objeto gigante invisible en su trayecto. En un 7 por ciento de las imágenes obtenidas se encontró este tipo de distorsión. De manera que podemos decir que, por primera vez, la materia oscura ha salido a la luz.

Con esos datos han desarrollado una suerte de mapa del tesoro donde aparecen los grupos de galaxias candidatos a albergar materia oscura. La mayoría de las galaxias, incluyendo la nuestra, viven en grupo junto con otras muchas compañeras. Es importante saber cuánta materia oscura reside en esos grupos para entender mejor su origen y evolución. Con los datos obtenidos en esta primera fase se deduce que los cúmulos de galaxias estudiados contienen 30 veces más materia oscura que materia visible.

Además, la materia oscura podría tener la función de esculpir la forma en la que las galaxias se agrupan. Las más brillantes suelen estar en el centro de la estructura de materia oscura. De alguna manera, esa materia invisible podría haber funcionado como un cincel que da forma al universo entero.

No deja de ser estremecedor que ignoremos qué aspecto tiene la mayor parte de lo que compone el cosmos y cómo se comporta un instrumento tan importante para la evolución estelar. Pero quizá estemos un poco más cerca de quitarle la máscara al fantasma de las galaxias.