Madrid

España renueva su compromiso para eliminar la mutilación genital femenina

El Gobierno y distintas organizaciones que luchan por acabar con cualquier forma de violencia contra la mujer y las niñas han reafirmado hoy, con motivo de celebrarse mañana el Día Internacional de Tolerancia Cero contra la Mutilación Genital Femenina, su compromiso decidido para eliminar dicha práctica.

El Gobierno y distintas organizaciones que luchan por acabar con cualquier forma de violencia contra la mujer y las niñas han reafirmado hoy, con motivo de celebrarse mañana el Día Internacional de Tolerancia Cero contra la Mutilación Genital Femenina, su compromiso decidido para eliminar dicha práctica.

"La mutilación genital femenina constituye una grave violación de los derechos humanos", ha subrayado el Ejecutivo en una declaración institucional a propuesta de los ministerios de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad y de Asuntos Exteriores y de Cooperación.

Por su parte, el Consejo de la Juventud ha reclamado a las autoridades más medidas para erradicarla, como formación del personal sanitario para que sea capaz de reconocer los casos y asesorar y tratar adecuadamente a las víctimas.

Este organismo condena la ablación como una de las formas de violencia contra las mujeres "más graves"del mundo y más difíciles de erradicar al estar arraigada en culturas que no la perciben como una violación de derechos, además de por todos los riesgos de salud que conlleva, incluida la muerte.

La ONG World Vision, que trabaja con proyectos de prevención en África, ha recordado que es ilegal en España, pero advierte de que familias inmigrantes viajan a los países de origen para practicarla.

Reconoce que acabar con esta costumbre en determinados países africanos es "complicado y lento", así que es necesario informar allí de las consecuencias para la salud y contar con el apoyo de personal local para que su erradicación no se perciba como imposición cultural.

La mutilación genital femenina es una práctica especialmente dañina para la salud física, psicológica, sexual y reproductiva de las mujeres y las niñas, y 17.000 de ellas, de acuerdo con diversos estudios, corren riesgo dentro de España de ser víctimas.

No obstante, la antropóloga Adriana Kaplan, que dirige la Fundación Wassu de la Universidad Autónoma de Barcelona y trabaja desde 1989 en la prevención de la ablación, calcula que ese número se ha elevado hasta 24.000 desde 2012.

La población residente en España procedente de los países donde se lleva a cabo esta práctica es originaria fundamentalmente de Senegal, Nigeria, Mali, Gambia, Ghana, Guinea-Conakry, Mauritania, Camerún y Guinea-Bissau. Esta población reside mayoritariamente en Cataluña, Madrid, Andalucía, la Comunidad Valenciana, Canarias, Aragón y el País Vasco, aunque se reparte prácticamente por todo el territorio nacional, según Kaplan.

En todo el mundo, Unicef calcula que hay al menos 200 millones de niñas y mujeres de 30 países que han padecido la mutilación genital. España persigue esta práctica y trabaja en prevenir y atender a quienes la sufren, según el Gobierno, que ha recordado que al delito de lesiones que supone esta práctica se puede aplicar el agravante por razón de género, lo que implica un mayor rigor de la pena.

Además, en la ley de protección a la infancia se incluye la protección de los menores contra cualquier forma de violencia, incluida esta mutilación, y se establece que se deben realizar actuaciones de sensibilización, prevención, asistencia y protección. El pasado año se aprobó el "Protocolo común de actuación sanitaria ante la mutilación genital femenina en el Sistema Nacional de Salud".

Por su parte, Médicos del Mundo y la Unión de Asociaciones Familiares (UNAF), entre otras entidades, reclaman un impulso de la formación de los profesionales de la salud, la educación y los servicios sociales para prevenir los casos de mutilación genital femenina en España.

Precisamente hoy el Museo del Traje ha inaugurado la exposición "Mujeres que cambian el mundo", organizada por la ONG Mundo Cooperante, que muestra un recorrido por el activismo a favor de sus derechos por medio de los vestidos donados por diseñadoras vinculadas con la World Fashion Week.