Medio Ambiente

Fernando De Andrada-Vanderwilde: «El medio ambiente es un bien económico de fragilidad peligrosa»

Alfonso Ussía entrega el premio al presidente de la fundación, que muerde la estatuilla como Nadal
Alfonso Ussía entrega el premio al presidente de la fundación, que muerde la estatuilla como Nadallarazon

«El medio ambiente es socialmente necesario, políticamente esencial. Es un bien económico que necesita de una creciente sosteniblidad pero tiene una fragilidad peligrosa. Sin embargo, si recibe un poco de mimo tiene una elevada capacidad de regeneración». Así resumió la importancia de la preservación del medio ambiente Fernando de Andrada-Vanderwilde, presidente de la Fundación Amigos del Águila Imperial, del Lince Ibérico y de los Espacios Naturales de Carácter Privado al recibir el Premio Alfonso Ussía a la Conservación de la Naturaleza. El galardón fue entregado por el propio Ussía, que incidió en la importancia de esta nueva categoría. «Esta fundación reúne a centenares de propietarios de dehesas cuyas superficies han conservado. Su labor es admirable. Gracias a ellos nuestros nietos podrán disfrutar de una especie como el lince ibérico, que ha estado a punto de desaparecer».

Una labor que comenzaron en «2002 con no más de 20.000 o 30.000 hectáreas». Su labor ha permitido el crecimiento de propietarios que forman parte hoy de la fundación hasta conseguir abarcar ya «650.000 hectáreas» de superficie en la que «hacemos compatible la conservación de la naturaleza» con el desarrollo económico con medidas como el fomento del ecoturismo o con cursos para aprender el rastreo de fauna ibérica.

«Somos una fundación que persigue la conservación con mayúsculas. Nuestro objetivo es crear un estado de opinión social ecologista, no ecologeta», puntualizó De Andrada-Vanderwilde durante la entrega del galardón. Por ejemplo, cada euro que recibe esta fundación «va destinado a mejorar el hábitat y va íntegramente a sus destinatarios, lo que tenían que tener en cuenta algunos», dejó caer el presidente de la fundación.

De Andrada-Vanderwilde recordó algunas de las actividades llevadas a cabo por la entidad, como los libros publicados por ellos para fomentar el conocimiento sobre especies endémicas como el águila imperial ibérica («El aguila imperial ibérica: el resurgir de una especie amenazada», editada con BBVA) o el lince ibérico («En la tierra del lince ibérico», publicado gracias al apoyo del Ministerio de Agricultura». A ello hay que sumar los eventos y cursos de formación que organizan para promover la consersavión y la regeneración de un recurso para fomentar la protección de la biodiversidad con un ecoturismo respetuoso.

Por todo ello, «no os podéis imaginar la emoción y alegría que me ha producido este premio. Somos una fundación pequeña y recientemente joven. La estatua va directamente a mi despacho. Nos lo merecemos, aunque sea difícil que se reconozca nuestra labor con premios... Somos un ejemplo de currantes de a pie. Muchas gracias y enhorabuena a todos los premiados».