El teléfono de Diana se apagó en un puente

El móvil dejó de emitir cuando se encontraba sobre el Viaducto de la Ría de Arousa, por el que atravesó el vehículo en el que iba desde A Pobra hasta Rianxo

El último posicionamiento del teléfono de Diana Quer, cuando se conectó con un poste de la zona, «es compatible» con que en ese momento se encontrara sobre el puente conocido como Viaducto da Ría de Arousa, en la autovía AG-11, lo que confiere al caso de la desaparición de la joven nuevos elementos «inquietantes».

Según han informado a LA RAZÓN fuentes de la investigación, el hecho de que el posicionamiento se produjera en el puente o sus inmediaciones permite establecer una serie de hipótesis, entre las que la más favorable es que el teléfono fuera arrojado al mar al ir Diana a bordo de un vehículo en contra de su voluntad.

El móvil, al caer al agua, habría dejado de emitir, lo que se produjo a las 4:15 de la madrugada del 22 de agosto, tal y como adelantó este periódico.

Ambas orillas

Cabe la posibilidad de que la señal del móvil se emitiera cuando estaba en las zonas de campo que existen en ambas orillas de la ría, que es franqueada por el mencionado puente.

Éste y otros datos se han podido saber gracias al trabajo que desde el primer día, una vez denunciada la desaparición, realizan conjuntamente agentes de la Guardia Civil pertenecientes a la Unidad de Policía Judicial de la Comandancia de La Coruña y de la Unidad central Operativa (UCO).

En los casos en que se denuncia una desaparición que por sus características se considera «inquietante» y se sabe que la persona a la que hay que tratar de localizar lleva un móvil, los investigadores, con el consiguiente permiso judicial, «duplican» ese teléfono con el fin de realizar todo tipo de «comprobaciones técnicas».

Es decir, conociendo el número, la compañía a la que pertenece, el pin de acceso, la marca y el modelo del teléfono, se accede a todo el tráfico de llamadas, mensajes, WhatsApp, etcétera.

Al mismo tiempo, permite conocer qué persona o personas tratan de ponerse en contacto con ese número con posterioridad a la desaparición de su titular.

No es infrecuente, y ha ocurrido en casos similares, que los familiares más próximos marquen sistemáticamente dicho número, en especial los primeros días, con la esperanza de que la desaparición no sea forzada sino voluntaria y tratar de convencer a la persona para que vuelva.

El estudio de los datos contenidos en la tarjeta y los que se guardan en la compañía telefónica a la que pertenece han permitido a los investigadores reconstruir no sólo lo que pasó en la madrugada del día 22 de agosto sino también en los días anteriores.

En qué lugares estuvo Diana, con qué personas habló o intercambió mensajes y el recorrido que realizó la referida madrugada hasta que se perdió la señal.

Al realizar el trayecto con el teléfono «duplicado» se puede corroborar, además, su comportamiento a la hora de conectarse a los distintos postes existentes en el camino y verificar si coincide con lo que ocurrió aquella madrugada.

La última conexión a un poste se realizó en una zona que incluye el Viaducto de la Ría de Arousa, un puente que tuvo que atravesar el vehículo en el que viajaba, voluntariamente o en contra de sus deseos. Lo que pudo ocurrir para que se perdiera la señal precisamente en esa zona es algo que no se sabrá hasta que la Guardia Civil pueda localizar y tomar declaración a la persona o personas que acompañaban a la joven madrileña.

En este punto, los investigadores mantienen un absoluto hermetismo, sobre las personas o vehículos sospechosos, y se limitan a decir que se realizan todas las pesquisas posibles para poder establecer el perfil del individuo o individuos que iban con Diana.

La ría arousana entre Cespón y Taragoña, a la altura del puente a donde se sospecha que fue arrojado el móvil de Diana Quer, es una zona «de fango y lodo de poca profundidad donde se marisquea. En marea baja puede haber entre 50 y 60 centímetros de agua y en marea alta entre 1,50 y 2 metros, muy poca profundidad porque lo habitual en Galicia son entre 3 y 3,50 metros en pleamar», explica José Manuel Fernández, de la Escuela de Buceo Palmira Scuba en A Pobra do Caramiñal.

El dueño del centro subraya que encontrar algo allí sería cuestión de suerte, aunque se podría recuperar. «Para entendernos, es una zona que, con marea llena te das un buen porrazo, pero con marea baja te matas», agrega.

Corrientes

A José María, un pescador submarino de A Pobra, se le «hace raro que tiraran allí el móvil, más, si como dicen, pudo ser desde un coche en marcha. Es una zona con poca agua en la que sería difícil de encontrar, pero si la Guardia Civil peina la zona sí, porque habrá unos 200 metros de orilla a orilla. Es una zona con corrientes porque es la desembocadura».

Con el fin de aclarar unas primeras noticias que apuntaban a que el móvil de la desaparecida se había activado y se movía, el ministro del Interior en funciones, Jorge Fernández Díaz, aclaró ayer que había sido la propia Guardia Civil la que había activado el teléfono móvil para acceder a toda la información que contiene el aparato de la joven.

Autorización judicial

Explicó que la Guardia Civil, con autorización judicial, ha podido «con sus propios medios» activar el teléfono móvil de Diana Quer con el fin «de acceder a la información» que contenía el aparato y que «se ha considerado necesaria para avanzar en la investigación». El ministro dejó claro que «eso no quiere decir que Diana Quer haya activado el móvil». Asimismo, destacó que la Unidad Central Operativa (UCO) y la Unidad Técnica de Policía Judicial de La Coruña tienen ya «muchísima información y trabajan para intentar cuadrar el puzzle».

Subrayó que la Guardia Civil solamente maneja dos vías de investigación, que son las que considera posibles: una desaparición forzada o una desaparición voluntaria.