Cantabria

Silencio y sabor en Cantabria

Una antigua casona montañesa del siglo XVII es el refugio ideal para despedir el otoño. Además de excursiones por su entorno, el alojamiento invita al huésped a relajarse en su spa y a degustar los mejores productos de la zona en su restaurante

Algunas estancias cuentan con bañera de hidromasaje
Algunas estancias cuentan con bañera de hidromasajelarazon

Una antigua casona montañesa del siglo XVII es el refugio ideal para despedir el otoño. Además de excursiones por su entorno, el alojamiento invita al huésped a relajarse en su spa y a degustar los mejores productos de la zona en su restaurante

Esta casona montañesa del siglo XVII, restaurada y convertida en hotel con encanto, es un maravilloso refugio para descubrir Cantabria oriental y los colores que el fin del otoño sigue regalando. Rosa y Chema, anfitriones y propietarios de la casona, reciben al huesped con una sonrisa y detalles desde el primer momento. Dentro, el viajero encontrará maderas, telas de tonos cálidos, velas, flores y un estilo personal e íntimo que arropan con producto de la tierra de altura, como las anchoas de su Cantábrico, los quesucos de la comarca y los bizcochos de nueces que han conseguido «salvar» de ser devoradas por las ardillas. Afuera, en el prado que se encuentra delante de la casa, hay un columpio, un porche, silencio, paz y tranquilidad. La finca está rodeada por el río Clarín que deja un susurro de agua que serena el ambiente. Mientras se disfruta del relax, nada mejor que acompañar el momento por uno de los vinos del valle, como el de las Bodegas Vidular, un caldo elaborado con albariño y chardonnay, delicioso para maridar con una buena tapa de bonito que les traen en conserva «de casa».

Estos meses de frío son fantásticos para hacer excursiones e introducirse en parajes salidos de cuentos de hadas: helechos, rocas con musgo y todavía mezcla de las tonalidades de la hoja que no ha caído del todo. Un buen lugar es, sin duda, el nacimiento del río Asón, que ahora luce en todo su esplendor con su cascada de más de 50 metros de altura formando una cola de caballo. Si hay suerte puede que nos crucemos con algún rebeco. Se puede completar el día visitando el Centro de Interpretación del Parque Natural de los Collados del Asón, en el pueblo de La Gándara, donde hay un mirador desde el que contemplar unas vistas impresionantes del valle.

Una buena idea después de haber estado descubriendo la zona, es darle un mimo al cuerpo en el spa con vistas, ubicado en la planta superior de la casona: pequeño circuito de bienestar con sauna de infrarojos, cabina de vapor, minipiscina, etc ... y en un rinconcito, las tumbonas con la estufa y la limonada hecha por Rosa. Todo exclusivo para dos.

La cocina es casera y la preparan teniendo en cuenta la temporada y los productos de la región. Entre su propuesta, se encuentran las cremas de calabaza, verduras preparadas –como los puerros de la huerta y los guisantes– y platos como la hamburguesa de la casona a la parrilla con panceta, foie y queso picón; también destacan sus desayunos pausados, con producto natural, tazón grande, sobaos, plato caliente salado –como la tortilla rellena–, reportería casera y zumos naturales, como el de kiwi. Nieblas de mañana y estufa de leña acompañan el momento.

Si la estancia se prolonga, es de obligación, y más en estas fechas, acercarse a alguno de los restaurantes del Valle de Aras a tomar un cocido montañés y un cabrito guisado. Y para los valientes (después de estos dos platos contundentes), un yogur casero de postre nunca defrauda. Estamos cerca de las playas más bellas de Cantabria, como las de Langre, Noja, Ajo; a 30 minutos del Parque de Naturaleza de Cabárceno; y a menos de una hora de Santillana del Mar y las Cuevas de Altamira. La ruta ya está hecha, eso sí, siempre y cuando queden ganas de salir de esta Casona que atrapa al viajero con magia y energía. Este tipo de proyectos personales son los que llenan cuadernos de viaje y recuerdos para los momentos de estrés de la gran ciudad y la rutina. ¿Hacemos la maleta?

FICHA

- Dirección: Barrio Alvear, 65, 39766, San Pantaleón de Aras, Voto-Cantabria.

- Capacidad: 7 habitaciones, dos de ellas especiales y una suite dúplex.

- Instalaciones: salón con chimenea, spa, restaurante con gastronomía de la zona, pequeña zona apta para celebrar reuniones y amplios jardines.

- Lo mejor: el mimo en los detalles y la calidez del personal.

- Más información: en la página web www.casonadesanpantaleon.com y en el 942 63 63 20.