Pierde a su bebé después de arrollar a un motorista bajo los efectos de alcohol y drogas

La mezcla de alcohol y drogas nunca trae cosas buenas y mucho menos al volante. En Sevilla, una joven de 23 años rompió prácticamente todas las leyes que deben cumplirse en la carretera. Un accidente que demuestra una vez más la inconsciencia que muchos jóvenes, y no tan jóvenes, cometen cuando cogen el coche.

Ocurrió el pasado 20 de octubre en Sevilla cuando M.M.F de 23 años arrolló de manera intencionada a un motorista en un carril de incorporación a la A-92 desde Torreblanca. Según los informes, la mujer embaraza de 33 semanas perdió a su bebe a raíz de este accidente, pese a que los servicios médicos actuaron con la máxima rapidez posible. Además, la mujer tenía 1,87 gramos de alcohol por litro de sangre, siendo el máximo permitido 0,5. También había consumido cannabis y conducía sin carné.

Por todo esto, la Guardia Civil le ha atribuido hasta cinco delitos graves, entre los que se incluye conducir bajo los efectos del alcohol, sin carné de conducir, ocasionar lesiones graves al motorista y a sus padres, así como homicidio imprudente grave contra su bebé. No solo eso, sino que además ofreció resistencia a la autoridad, después de que se negase a hacer el test de alcoholemia en el lugar. Sin embargo, no hizo falta ninguna prueba, simplemente por el olor, los agentes supieron que el alcohol había jugado un papel importante en el accidente. Más claro resultó cuando la mujer se bajó del vehículo con una copa en la mano, lo que dejó atónitos a los agentes.

Según los testigos, cuando la mujer salió del vehículo comenzó a ponerse nerviosa y agresiva con las personas que estaban ayudando al motorista, propiciando puñetazos y empujones. “Pero encima vais a ayudar al hijo de ... éste”, gritó.

El Instituto Armado afirma que la mujer conducía de manera agresiva y brusca, acompañado para más inri de sus padres. Ahora, la joven se enfrenta a todos estos cargos, y los abogados del motorista la acusarán de tentativa de homocidio.