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Itinerarios en los templos y Corpus “claustral”: los ritos religiosos cambian en la desescalada

Los aforos de las iglesias se irán ampliando según las fases y se extremará la limpieza

Santuario de la hermandad de los Gitanos, en Sevilla
Santuario de la hermandad de los Gitanos, en SevillaLa Razón

Las diferentes diócesis andaluzas están dictando normas de cara a la reapertura de los templos, que se producirá el próximo lunes, coincidiendo con el inicio de la fase 1 del desconfinamiento. En el caso de Sevilla, el Arzobispado permite comulgar en las misas y sugiere el establecimiento de itinerarios diferenciados para quienes acudan a las iglesias, además de plantear que el Corpus tenga un carácter “claustral”.

La normativa, en consonancia con el Gobierno, ha fijado al respecto un 30 por ciento y un 50 por ciento del aforo máximo en las fases 1 y 2 del plan de transición hacia la nueva normalidad establecido por el Ejecutivo. El decreto, firmado por el arzobispo, Juan José Asenjo, establece que será el párroco o responsable del templo quien establezca tales limitaciones, así como las medidas necesarias para el mantenimiento de la “distancia interpersonal”.

La norma contempla, además, que la celebración del Corpus tendrá carácter “claustral”. A lo largo del texto se hace referencia a los accesos de entrada y salida de los templos, que permanecerán abiertos, en la medida de lo posible, para evitar el contacto con pomos; se realizarán itinerarios diferenciados, se programarán los actos con suficiente antelación para evitar aglomeraciones de público y se habilitarán geles desinfectantes en lugares visibles.

El decreto destaca que los oficiantes en la misa “extremarán la limpieza y desinfección de los lugares de culto, de los vasos sagrados y de aquellos ornamentos litúrgicos”. En este sentido, los sacerdotes “desinfectarán sus manos oportunamente” antes y después de impartir la comunión. Además, Asenjo recomienda evitar el contacto físico con las sagradas imágenes y la distribución de estampas y hojas de lectura en el interior de los templos.

Asimismo, el Arzobispado ha decidido dispensar a los fieles “de la asistencia a la celebración dominical y fiestas de precepto” mientras estén en vigor las restricciones de aforo y deja abierta la posibilidad de “posponer” otros sacramentos como las bodas y bautizos, que, por lo general, suelen congregar a muchas personas, si bien no suspende esas ceremonias si cumplen con las citadas limitaciones.

Por último, en cuanto a los cultos de hermandades, el decreto estipula que serán dispensados de celebrarlos "cuando se prevea de forma razonable que será difícil el cumplimiento de la normativa", en especial en lo que concierne al aforo en los templos.

Las normas dictadas por el Obispado de Málaga van en la misma línea, aunque especifican cuestiones nuevas, como evitar los coros, dar la paz sin que haya contacto personal, únicamente con una inclinación de cabeza, y ritos breves en el bautismo, la confirmación o la unción de enfermos. Según el Obispado, para la celebración del sacramento de la reconciliación y los momentos de escucha de los fieles, además de las medidas generales, se ha de escoger un espacio amplio y mantener la distancia social asegurando la confidencialidad. Tanto el fiel como el confesor deberán llevar mascarilla. Al acabar, se aconseja reiterar la higiene de manos y la limpieza de las superficies.

En el sacramento del matrimonio, los anillos y las arras deberán manipularlas únicamente los contrayentes. Además, se solicita prudencia en la firma de los contrayentes y los testigos, así como en la entrega de la documentación correspondiente.

Los funerales y las exequias seguirán los mismos criterios de la misa dominical. Aunque sea difícil en esos momentos de dolor, insistir en evitar los gestos de afecto que implican contacto personal y la importancia de mantener distancia de seguridad.