Coronavirus

«Hasta los médicos nos reconocen que hemos sido la primera línea de defensa»

Manuel Mauduit, técnico de emergencias sanitarias, relata la lucha contra el coronavirus que ha librado en Cataluña

Caricatura de Manuel Mauduit
Caricatura de Manuel MauduitLa RazónLa Razón

Se llama Manuel Mauduit Mateo, sevillano de treinta años. Es uno de esos héroes anónimos a los que hemos aplaudido durante tantas tardes. Llegó, la historia se repite, un 13 de enero de 2020 a Barcelona para trabajar en el Servicio de Emergencias Médicas de Cataluña como técnico de emergencias sanitarias, el que hace el primer reconocimiento en la ambulancia. Perdóname porque todavía estoy algo «trastornaíllo», me dice al empezar la entrevista. Ha vuelto este domingo después de jornadas de doce horas y semanas laborales de seis días. Él y sus compañeros son la primera línea de defensa, los primeros que acuden a la llamada. Pero la Generalitat ha decidido no considerarles trabajadores sanitarios. Nadie le ha hecho ningún test, ni prueba, ni nada.

¿Cuándo te diste cuenta de que esto era serio?

La primera o segunda semana de febrero ya teníamos avisos de que el coronavirus estaba en otros países y que teníamos que andar con cuidado. Pero nadie pensaba que fuera a ser tan serio, nos parecía como el ébola que no iba a llegar o una simple gripe. Hasta que empezamos a ver carteles en el Hospital del Mar y en el Clínic sobre mantener la higiene y alertar de los síntomas.

¿Y cuándo atendiste tu primer caso de Covid-19?

El 20 de febrero. Era una pareja de chicos jóvenes que habían estado en Italia y que tenían todos los síntomas. A partir de ahí ya fue todo uno tras otro. Habré atendido a unos setenta casos confirmados y sospechosos muchísimos más. También se nos murió gente, un señor de 99 años que llevaba dos semanas con fiebre y tos.

¿Y habéis tenido siempre material?

Al principio sin problema. Teníamos cajas de guantes y de mascarillas y llevábamos nuestros propios trajes de protección que tenemos en la ambulancia para otras infecciones. Pero a la semana de que aumentase el ritmo empezó a escasear todo. Nos daban cuatro mascarillas al día, cinco pares de guantes, trajes reutilizables que teníamos que limpiar nosotros con un bote de lejía. Con el volumen de gente que atendíamos eso no daba para nada. Muchos compañeros se han contagiado, a mediados de abril eran 85 los que estaban de baja.

¿Y os han hecho test, PCR o algo?

No, de hecho mi compañero, que va pegado a mí en la ambulancia, dio positivo y a mí nadie me preguntó ni me llamó ni nada. Me la voy a hacer ahora en Sevilla a través de un amigo que su padre es dentista. Pagándola yo. Pero de la administración nada, ni un test, cero.

¿Te has aislado?

Sí, estoy en un piso de los suegros de mi hermana que afortunadamente tenían vacío porque tampoco nadie me ha proporcionado alojamiento para ello. Había una app y solicité plaza pero esto fue hace un mes y no me han contestado.

Estos días se habla mucho de homenajes, ¿os sentís reconocidos tú y tus compañeros?

Por parte de la gente sí. De los restaurantes que nos han invitado al cafelito, los abuelos parándote y aplaudiendo por la calle, abuelas que vivían solas que han tenido Covid-19 nos han dado las gracias llorando mientras las llevábamos en la camilla. Eso sí te lo llevas. Pero por parte de las instituciones no. La Generalitat va a dar una paga extra a enfermeros, médicos, a los de las residencias, y a nosotros nos ha dejado fuera porque nos considera transportistas, como si fuéramos en la furgoneta de Pescanova. Hasta los médicos nos reconocen que hemos sido la primera línea de defensa. Somos igual de equipo que los demás. Nos sentimos despreciados.

¿Vas a volver?

Pues sí todo sigue igual aquí en cuanto a trabajo sí volveré porque allí las condiciones son mucho mejores y el trabajo está bien, lo que pasa que me ha cogido una pandemia que nadie se esperaba.

En Andalucía hay unos cuantos brotes activos y todavía está por ver el otoño. Desde tu experiencia, ¿ves posible el rebrote a gran escala?

Ahora no tanto porque la gente se lo está tomando en más en serio pero al principio, en cuanto dejaron salir, fue un cachondeo. De pronto todos deportistas en la Barceloneta. Creo que sí puede haber, por eso hay que seguir con las medidas de seguridad.

¿Qué vas a hacer cuando puedas salir?

Ir a ver a mi hijo que tiene nueve años y llevo más de tres meses sin verle.

No puedo evitar hacerte esta pregunta. Con tanta independencia, un andaluz en Cataluña… ¿Has notado algún trato diferente de tus compañeros catalanes, alguna crítica o algo parecido?

Para nada, al revés. Iba un poco con esa idea, a ver cómo me tratan y tal pero nada. Todo el mundo me ha tratado muy bien. Además media Barcelona es gente de fuera. Y he conocido a un montón de personas que me decían ‘yo soy catalán pero mi abuela es gaditana o mis abuelos son sevillanos’. Al final hay allí más andaluces que otra cosa (ríe).