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Turismo

Las tres villas marineras más pintorescas de Asturias

Desde el lugar donde desembarcó Carlos V hasta el pueblín que inspiró por su belleza a Corín Tellado

El precioso puerto de Viavélez. Turismo de Asturias.

Asturias es una mezcla perfecta entre montaña y mar, por eso si tienes en mente viajar al Principado para conocerlo hay tres villas marineras que no te puedes perder y que están en la agenda de todos los "enamorados de Asturias".

Se trata de enclaves singulares, donde además podrás comer los pescados de roca típicos de la zona y oricios o erizos de mar, que están deliciosos y que solo se pueden tomar en esta época.

Repasamos las tres villas más pintorescas de Asturias desde el oriente hasta el occidente, un recorrido que puedes hacer incluso en un día si te levantas temprano.

Comenzamos en Ribadesella, un de las villas marineras por excelencia de Asturias. Precioso es su casco histórico, con callejuelas empedradas y casinas de colores.

Merece la pena recorrerlo tranquilamente y pararse en sus tiendas a comprar algún producto típico asturiano.

Esta villa que es tan indiana, como marinera, como prehistórica, tiene un paseo marítimo que es de los más bonito de toda la región.

Ubicada a los pies de los Picos de Europa, es importante subir hasta la ermita de la Guía, encaramada en el risco más alto de este localidad y desde donde podrás sacar las fotos más bonitas de la costa asturiana y de este pueblo.

Es paso de El Camino de Santiago de la Costa, que discurre por el centro de la villa, y es además llana, lo cual permite que puedas disfrutar de Ribadesella caminando, en bicicleta o incluso dando un paseo a caballo por la playa.

Su casco histórico es de origen medieval y cuenta con varias casonas que fueron levantadas por los indianos, que tras emigrar a América construyeron estas casas en sus pueblos de origen.

Típicos son sus balcones en voladizo, las galerías acristaladas y los áticos abuhardillados. Es imposible visitar Ribadesella y no enamorarse de ella.

Tazones: Parada imprescindible en Asturias. Todo aquel que visite Asturias tiene que pasar por Tazones.

Sin duda alguna es uno de los pueblos marineros más pequeños y con más encanto de toda la región. Famosos por sus pescados de roca, es imprescindible reservar para comer ya que sus restaurantes suelen estar repletos.

Es la villa marinera más al norte de la costa asturiana, y además tiene una historia brutal a sus espaldas.

En el año 1517, Carlos, el mayor de los nietos de los Reyes Católicos, fue llamado para hacerse cargo del trono de su madre, Juana "La Loca".

Él tenía que venir desde Flandes y para evitar peligros se decidió que viajase por mar, el lugar de recorrer toda Europa. Durante el viaje en barco se desató una tempestad y el naviero acabó atracando en el puerto de Tazones.

Por eso Carlos V conoció Tazones un 17 de agosto, cuando tenía 17 años y por eso todo los años se celebra la fiesta de San Roquín, donde se recrea el desembarco de Carlos V y donde la gente del pueblo se engalana vestida de época.

Viavélez: Dicen del puerto de Viavélez que es tan coqueto como literario. Este pequeño pueblín marinero está en el concejo de El Franco y es una preciosidad.

Mantiene el encanto de las lanchas antiguas de pescadores, que descansan amarradas en el muelle y que salen a faenar a primera hora del día.

Sus calles empinadas, con sus casinas humildes donde las familias de los marineros les esperan, engullen de nostalgia a todo aquel que visita este precioso enclave. Fue lugar de inspiración de Corín Tellado y no nos extraña.