Consumo
El consumo de zumos envasados en España desciende un 6%
Los expertos quieren evitar que los licuados sustituyan a la ingesta de piezas de fruta y verdura. Además, los desaconsejan en el caso de los pacientes diabéticos
Los expertos quieren evitar que los licuados sustituyan a la ingesta de piezas de fruta y verdura. Además, los desaconsejan en el caso de los pacientes diabéticos
La ingesta de zumos y néctares en España durante 2016 alcanzó los 830,82 millones de litros, lo que representa un descenso del 6,28% con respecto al año anterior (886,46 millones de litros). Sin embargo, nuestro país continúa posicionándose de forma notable, y se constituye como el cuarto mayor mercado de la Unión Europea después de Alemania, Francia y Reino Unido.
El presidente de Asozumos, Javier Lorenzo, explica que «los zumos de frutas cumplen varias funciones básicas: son hidratantes, antioxidantes, remineralizantes y tonificantes, de modo que contribuyen a mejorar el sistema inmunológico y pueden prevenir algunas enfermedades cardiovasculares, así como, por supuesto, el cansancio y la fatiga». A pesar de ello, Ramón de Cangas, miembro del comité asesor del Consejo General de Dietistas-Nutricionistas, confiesa que «un vasito de zumo no supone un problema, pero el consumo de zumos como bebida habitual o como alternativa a la fruta contribuirá a incrementar el sobrepeso, la obesidad, el riesgo cardiometabólico...».
Por otro lado, Francisco Botella, miembro del área de Nutrición de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN), afirma que «la absorción de los azúcares del zumo se realiza más rápida que en la fruta». Entonces, «en el caso de los pacientes diabéticos, recomendamos la ingesta de zumo de forma aislada, ya que supone un pico de glucosa notable, a menos que el paciente se encuentre en estado de hipoglucemia». Además, Botella añade que entre los zumos más recomendables se encuentran todos aquellos que «no llevan azúcares añadidos». La Asociación para la Promoción del Consumo de Frutas y Hortalizas aconseja tomar cinco raciones de fruta al día. «Su comité científico admite que una de ellas puede ser un zumo de fruta», confiesa Lorenzo. Sin embargo, Botella declara que «en ningún caso beber un zumo equivale nutricionalmente a comer una fruta». En esta línea, De Cangas afirma que ni el zumo natural ni el envasado «pueden sustituir a una pieza de fruta. Como su valor nutricional no equivale a la fruta entera, no debemos caer en el error de darle un valor nutricional a uno muy por encima del otro».
Natural VS. Envasado
Existen diferencias entre el consumo de zumo natural y el envasado. Ante éstas, Botella explica que «el elaborado en casa tiene el inconveniente de que hay que hacerlo y que es más caro. Y si lo preparamos con mucha antelación, el contacto con el aire a temperatura ambiente y la luz puede mermar el contenido de vitamina C. Su ventaja es que desde el punto de vista gastronómico es insuperable».
Por el contrario, «los zumos industriales son más baratos, incorporan habitualmente vitamina C como antioxidante, su contenido en esta vitamina es, en ocasiones, superior a la del zumo natural, pero gastronómicamente algunos de ellos dejan mucho que desear. Todo esto si hablamos de zumo (que comercialmente suele anunciarse como “100% natural”), porque lo que suele ocurrir es que nos dan gato por liebre con mucha frecuencia (néctar por zumo)», asegura Botella.
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