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Daniel Díaz Gómez: “Los avances permiten una cirugía menos invasiva de las paratiroides”

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10 preguntas sobre cirugía al Dr. Daniel Díaz Gómez (Especialista del Servicio de Cirugía General del Hospital Quirónsalud Infanta Luisa de Sevilla)

1- ¿Qué son las glándulas paratiroides y qué funciones desarrollan en el organismo?

Las glándulas paratiroides pertenecen al sistema endocrino y suelen ser cuatro, aunque su número puede variar desde tres a cinco o incluso más. Tienen habitualmente un peso de 40 a 60 microgramos y miden alrededor de cinco a siete mm. Se localizan habitualmente en la región anterior del cuello, generalmente en relación o proximidad a la glándula tiroides. Su función es la regulación del metabolismo del calcio a través de la producción de la hormona paratiroidea (también llamada PTH o paratirina).

2- ¿Por qué enferman?

El problema más frecuente que suele afectar a estas glándulas es que aumente la producción de hormonas, lo que se llama hiperparatiroidismo primario. La causa más habitual del mismo es la aparición de un tumor benigno (adenoma) sobre una de ellas. En ocasiones, éste aparece en el contexto de un síndrome denominado MEN (neoplasia endocrina múltiple), que tiene una base genética, aunque no son los casos más habituales. Lo más normal es que surja de forma espontánea, sin una base genética ni otra causa que se conozca en la actualidad. En otros momentos, se produce un crecimiento difuso de todas las glándulas, lo que se conoce como hiperplasia de las paratiroides, cuyo origen resulta, igualmente, desconocido.

3- ¿En qué consiste esta cirugía mínimamente invasiva?

El término hace referencia a una intervención que resulte lo menos agresiva posible para el paciente. Se comenzó a aplicar en la cirugía abdominal con la aparición de las operaciones laparoscópicas. Las grandes incisiones que antes eran necesarias para intervenir los órganos abdominales fueron sustituidas por varias incisiones pequeñas, lo que se tradujo en una menor agresión para los pacientes. Esta idea de minimizar el daño que irremediablemente acarrea toda intervención se ha extendido progresivamente a todo tipo de cirugía, en este caso la del área cervical. Ésta consiste en una exploración quirúrgica limitada al área del cuello en la que se encuentre la glándula patológica, sin visualizar el resto de ellas.

4- ¿Cómo se ha desarrollado esta primera intervención?

Se trata de una disección cervical mínima, a través de una incisión pequeña (alrededor de cuatro centímetros), por la que hemos accedido a la glándula paratiroides patológica. Es por ello que se ha desarrollado con éxito, ya que se ha logrado localizar la que está enferma de forma satisfactoria y, tras su extirpación in situ, se ha comprobado que los niveles de la hormona se acababan normalizando, permaneciendo con posterioridad los de calcio normales.

5- ¿Qué diferencias existen entre esta técnica y la que se utilizaba antes?

La técnica quirúrgica tradicional de abordaje de las paratiroides consiste en una disección completa de la parte anterior del cuello que permitía visualizar por el cirujano todas las glándulas paratiroides. Puesto que éstas no existen en un número constante ni tienen una localización fija, de forma que pueden emplazarse casi en cualquier situación de la zona anterior y lateral profunda del cuello, desde el ángulo mandibular hasta incluso el mediatino, en el interior del tórax y en la vecindad del corazón, esta cirugía, además de ser muy agresiva, no siempre garantiza la resolución del problema. Existe la posibilidad de dejarse glándulas enfermas en alguna de las localizaciones no habituales, dando lugar al hiperparatiroidismo persistente tras la intervención. El abordaje mínimamente invasivo, sin embargo, persigue la extirpación limitada de la glándula afectada, sin revisar las otras que se presuponen sanas, por lo que la agresión quirúrgica resulta menor. Esta opción se ve facilitada por la disponibilidad de técnicas diagnósticas de las glándulas patológicas como la ecografía de alta resolución, la gammagrafía con tecnecio-sestamibio o, más recientemente, el TAC 4D, así como la posibilidad de determinar de forma rápida los niveles de hormona paratiroidea durante el transcurso de la propia cirugía. De este modo, estos avances suponen tanto una mejora para el paciente como una mayor garantía de éxito de la intervención, disminuyendo los tiempos de ingreso y recuperación postoperatoria.

6- ¿Es una operación dolorosa?

Todas las cirugías tienen un componente de dolor, si bien el abordaje mínimamente invasivo persigue que sea menor.

7- ¿Para qué patologías están destinadas este tipo de intervenciones?

Para aquellas personas con hiperparatiroidismo por adenomas únicos.

8- ¿Cuánto tiempo tardará el paciente en hacer una vida normal?

Probablemente, entre siete y diez días.

9- ¿Qué molestias puede notar después de la intervención?

Pequeñas molestias al tragar y dolor leve-moderado en la zona operada, controlable con analgésicos habituales. Existen otras complicaciones, pero que no son tan habituales como hematomas, ronquera transitoria o hipoparatiroidismo pasajero.

10- ¿Quedará alguna cicatriz?

Sí, una pequeña cicatriz sobre la escotadura del esternón. Generalmente, queda bien disimulada entre los pliegues cutáneos de la zona.