Salud

El remedio natural e inmediato contra el estreñimiento

El producto estrella de las abejas ha sido utilizado durante miles de años como solución a los problemas de tránsito intestinal, gracias a su acción laxante e hidratante.

El estreñimiento es un trastorno gastrointestinal común que se caracteriza por la dificultad para evacuar las heces de manera regular y cómoda
El estreñimiento es un trastorno gastrointestinal común que se caracteriza por la dificultad para evacuar las heces de manera regularPixabay

“La miel cae del cielo, principalmente al salir de las estrellas”, escribía Aristóteles hace 2.400 años. Pero el conocido filósofo no era, ni mucho menos, el primero en hablar de las bondades de este producto apícola. Antes, los egipcios ya veneraban las abejas como productoras de este alimento tan energético y tan dulce, al igual que muchas otras civilizaciones antiguas, que ya conocían todos los beneficios que aporta para la salud.

Propiedades beneficiosas de la miel para nuestra salud

El uso más común que se conoce de la miel es el de edulcorante natural, puesto que cuenta con un porcentaje de azúcar de entre el 70 y el 80%. Sin embargo, posee una larga lista de propiedades que hacen que podamos considerarla un auténtico superalimento mediterráneo y uno de los grandes básicos de la despensa natural y saludable.

La miel tiene propiedades hidratantes, antisépticas, antiinflamatorias y laxantes, entre otras

Además de ser muy utilizada en cosmética por sus efectos altamente hidratantes y nutritivos para la piel, o como remedio para el dolor de garganta o la tos cuando tenemos gripe o estamos resfriados, también tiene propiedades cicatrizantes, antisépticas, antibacterianas, antiinflamatorias, antioxidantes y, tal vez menos conocidas, también laxantes.

Por eso, desde hace miles de años, el ser humano la ha utilizado como un remedio efectivo para mantener y corregir cualquier desorden del tránsito intestinal, además de otros problemas de salud.

Usos históricos contra el estreñimiento

Como decíamos, la griega y la egipcia fueron dos de las grandes civilizaciones antiguas mediterráneas que ya utilizaban la miel como gran solución para aliviar las dificultades para ir al baño. Y lo hacían a través de dos vías principales: la vía oral, como alimento, y la vía anal, como enema.

Y es que el efecto laxante que puede tener consumida como alimento se debe a su alto contenido en fructooligosacáridos: oligosacáridos de cadena corta que, al llegar al colon, actúan como la fibra vegetal, aumentando el volumen de las heces, algo que promueve los movimientos intestinales y facilita la evacuación. De hecho, y en ese sentido, su efecto puede ser parecido al del aguacate, el aceite de oliva, el pescado azul, determinados lácteos u otras grasas saludables que actúan como lubricante, facilitando la expulsión de las heces duras y secas tan típicas de cuando padecemos estreñimiento.

Los egipcios y los griegos ya formularon supositorios con miel

Además, y según la evidencia recogida hasta el momento, los egipcios ya utilizaban la miel por vía rectal incluyéndola como gran ingrediente en la elaboración de supositorios, un método que, mil años después, perfeccionaría Hipócrates.

El médico griego, considerado el gran padre de la medicina, también dejó constancia de sus populares supositorios a base de miel, anís, mirra y grasa de cabra. Una combinación que, además de aliviar de manera inmediata las molestias del estreñimiento, también permitía hacer una depuración profunda, limpiando las paredes del intestino y vaciándolo de toxinas y desechos acumulados.

¿Qué queda hoy de toda esta sabiduría de las medicinas antiguas? Afortunadamente, todavía mucho, y mucho más perfeccionado. Porque, si bien es cierto que podemos seguir utilizando la miel como ingrediente laxante, siempre dentro de una dieta saludable y rica en fibra, también podemos aprovechar sus efectos como enema si lo que queremos es un resultado mucho más inmediato. Por ello, existen en el mercado tratamientos a base de miel.

Cuándo utilizar un enema

Los enemas, aplicados por vía rectal, deben utilizarse siempre de manera puntual y no considerarlos como un recurso diario. No podemos olvidar que defecar es un acto fisiológico natural que deberíamos poder hacer de manera regular y sin esfuerzo. Si no es así, es posible que nos encontremos frente a algún problema digestivo o intestinal, causado por múltiples factores.

De manera puntual, el enema nos ayudará a aliviar el estreñimiento y vaciar de manera inmediata el intestino

El sedentarismo, los malos hábitos alimentarios con poca presencia de vegetales y fibra, la deshidratación, el estrés o la falta de horarios regulares son algunos de los más frecuentes, aunque el tránsito intestinal también puede verse alterado por condiciones particulares como fisuras anales y hemorroides, hipersensibilidad visceral (como en el caso de colon irritable), toma de determinados medicamentos o los cambios hormonales propios de procesos como el embarazo o la lactancia.

Otras soluciones naturales para ir al baño

Sea cual sea el motivo que nos dificulte ir al baño cada día, es importante que adoptemos todos estos hábitos para prevenir el estreñimiento y asegurarnos una buena regularidad intestinal:

- Incluir verduras en todas las comidas del día, y apoyarnos también en el consumo de frutas de temporada

- Asegurarnos una buena ingesta de prebióticos y de probióticos

- Comer los cereales siempre en su versión integral

- Incluir grasas saludables en nuestra dieta de manera regular

- Comer lo más natural posible y evitar la ingesta de productos ultra procesados

- Hidratarnos debidamente con agua

- Evitar hábitos que resecan como el exceso de café, de sal y de azúcar, los refrescos, el tabaco o el alcohol

- Adoptar una postura correcta al ir al baño (la más adecuada es la de cuclillas, aunque también te servirá colocar los pies encima de un taburete mientras estés sentado en el inodoro)

- Establecer un horario regular, preferiblemente a primera hora de la mañana, y no aguantarse nunca las ganas de ir al baño