Actualidad

Salud

Pulseras de localización para controlar al paciente quirúrgico

El sistema de trazabilidad inalámbrica, que incluye control por voz y gestos, permite lograr una cirugía más segura, efectiva y afectiva tanto para el usuario como para el profesional

El dispositivo se coloca al paciente desde su admisión y le permite estar localizado en todo momento / Reportaje gráfico: Luis Díaz
El dispositivo se coloca al paciente desde su admisión y le permite estar localizado en todo momento / Reportaje gráfico: Luis Díazlarazon

El sistema de trazabilidad inalámbrica, que incluye control por voz y gestos, permite lograr una cirugía más segura, efectiva y afectiva tanto para el usuario como para el profesional

La tecnología se ha convertido en un aliado de la Medicina, especialmente centrada en nuestros días en mejorar la experiencia del paciente. Buena prueba de ello es el nuevo sistema de trazabilidad inalámbrica del circuito quirúrgico que ha puesto en marcha el Hospital Universitario Rey Juan Carlos de Móstoles (Madrid). Éste permite automatizar de forma objetiva indicadores y mediciones de los tiempos en esta área y, al mismo tiempo, tanto mejorar la relación del paciente y su entorno con el centro sanitario, como facilitar el trabajo de los profesionales durante el proceso.

En concreto, este sistema, denominado STIQ, se basa en la utilización de pulseras de localización. «Este dispositivo se coloca al paciente en el momento de la admisión. Con ello se localiza a la persona a lo largo de todo el recorrido en el área quirúrgica, estableciendo una serie de estaciones intermedias, con mensajes automáticos cuando cambia de ubicación, al pasar por unas balizas definidas. Esta información se transmite con diferentes filtros a los familiares y al personal del bloque quirúrgico», asegura el doctor Juan Rey, jefe del Servicio de Cirugía Oral y Maxilofacial del Hospital Universitario Rey Juan Carlos de Móstoles.

Las ventajas de este innovador sistema son contundentes, tal y como explica el doctor Rey: «Ayuda a la mejora de la seguridad del paciente, incluyendo un procedimiento de alerta que refleja necesidades especiales de las personas que se van a intervenir, como profilaxis antibiótica, alergias o utilización de determinados dispositivos; además, el sistema de geolocalización del usuario, que combina pulseras colocadas a éste y balizas distribuidas por el bloque quirúrgico, ayuda a ordenar los traslados dentro de este espacio, automatizando la medición de los tiempos en todo el proceso; por último, optimiza toda esta información dando una imagen en tiempo real del funcionamiento global del bloque, que ayuda a la mejor gestión de los recursos».

Tras la implantación del método de digitalización estandarizado, el Hospital Universitario Rey Juan Carlos ha dado un nuevo paso en la mejora de éste, que consiste en habilitar el manejo de los dispositivos electrónicos del bloque quirúrgico a través de interacciones verbales o gestuales. Este sistema, según detalla el doctor Rey, se caracteriza por su «manejo simple y extremadamente intuitivo, que hace posible la utilización, con voz o los movimientos de las manos por parte del profesional, de visores de radiología, microscopios, ordenadores, etc., es decir, cualquier equipamiento electrónico del quirófano con puerto USB, con un perfil adaptado a cada profesional. Esto resulta, además, aplicable a otros ámbitos, como por ejemplo el área de exploraciones en gastroenterología, mediante la redacción del informe simultáneamente a la visualización de los hallazgos endoscópicos, con el valor añadido que ello implica», añade.

Eficacia y eficiencia

La eficacia, seguridad y eficiencia son, por tanto, los puntos fuertes de este sistema. La cirugía persigue volverse más segura, al contemplar el citado sistema de alertas, las necesidades de cada paciente y la cumplimentación del listado de verificación quirúrgico electrónico integrado; más efectiva, puesto que ayuda a la gestión de los quirófanos desde un punto de vista global, detecta ineficiencias, integra los sistemas de información en el bloque quirúrgico y optimiza los recursos; y, finalmente, también más afectiva, ya que facilita la información a familiares en tiempo real acerca del estado del proceso en el que se encuentra cada usuario.

El éxito del proyecto se ha podido demostrar en tan sólo unos meses de desarrollo, ya que «ha supuesto un aumento de la disponibilidad del tiempo de quirófano en unos centros en los que el rendimiento medio ya está en torno al 90%», según detalla el doctor Rey, por lo que se está implantando en el resto de hospitales públicos gestionados por Quirónsalud en la Comunidad de Madrid y se extenderá después al resto de centros del grupo.