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Los campamentos de verano fuera de casa. ¿A partir de qué edad? ¿Son buenos para ellos? ¿Qué debemos tener en cuenta?

Campamento de verano en Castilla y León
Campamento de verano en Castilla y Leónlarazon

En verano, sin colegios pero con trabajo, tenemos que buscarnos la vida para que los niños estén cuidados y entretenidos. ¿Habéis pensado en la opción de los campamentos fuera? Hablemos un poco sobre esto.

El verano es largo y casi nadie tiene la opción de quedarse en casa o irse de vacaciones con los niños toda su duración. Tenemos opciones como “tirar de los abuelos” dejándolos con ellos en casa durante el día o en el pueblo o la playa durante más tiempo. También podemos inscribirles en campamentos urbanos durante la jornada laboral o mandarles a un campamento fuera de casa.

Personalmente creo que si el niño tiene claro que no quiere ir, es mejor no obligarle. La experiencia puede ser un absoluto sufrimiento para él y podemos conseguir un rechazo frontal para futuras ocasiones. Sin embargo, estoy a favor de “empujar” un poco al niño para que tenga la oportunidad de vivir esta experiencia única por primera vez si no lo rechaza directamente y creemos que va a ser bueno para él.

Por supuesto, lo que el niño vaya a aprender o disfrutar dependerá del tipo de campamento que sea y de la propia personalidad y madurez del niño. Creo que el hecho de que el niño salga de casa por unos días con muchos otros y a un entorno normalente inmerso en la naturaleza lejos de la ciudad puede ser muy favorable para los niños que son tímidos o tienen necesidad de conocer gente nueva... porque les animará a esforzarse para entablar amistades, relacionarse y expresarse. El hecho de encntrarse con tantos niños fuera de su entorno o zona de confort y en su misma situación les ayudará a empatizar y los juegos y actividades de grupo que se organizan en los campamentos son geniales para unir a niños que en otras circunstancias no se habrían relacionado. Los niños más lanzados y extrovertidos podrán igualmente sacar mucho provecho del campamento ya que harán nuevos amigos y aprenderán a relacionarse con respeto, compañerismo y orden.

Y cuando empezamos a plantearnos esta opción nos preguntamos ¿a partir de qué edad? ¿es mi hijo demasiado pequeño para llevarle? Lo normal siempre ha sido llevarles a partir de los 7 u 8 años, pero últimamente podemos acceder a campamentos donde los admiten a partir de los 3 años. A mí personalmente me parece demasiado pronto, ya que creo que el niño debe ser plenamente consciente de lo que está pasando, dónde va, por qué y para qué. Hay que atender en cualquier caso a la personalidad de cada niño para ver si está preparado o no, pero yo situaría el mínimo en los 7 años.

Hay diferentes elementos que debemos valorar para ver si el niño está o no preparado para ir a un campamento de verano y dormir fuera de casa con extraños, como su autonomía (si se viste y come sólo, si cuida su higiene...) y su madurez (cómo se enfrenta nuevas situaciones y personas, por ejemplo). Es muy importante que los padres estén convencidos de que es lo mejor para él (el niño necesita percibir seguridad y tranquilidad en sus padres para estar él mismo tranquilo) y que contemos con su opinión sobre dormir fuera de la familia unos días y conocer y pasar el día con un montón de nuevos amigos. En caso de que se puedan visitar las instalaciones antes o haya alguna reunión previa es recomendable ir con el niño para que luego el entorno y la gente se le haga un poco más familiar.

En caso de que nuestro hijo sea tímido, podemos plantearnos llevarle una semana en lugar de dos... o que al menos la primera vez vaya acompañado de algún amiguito con el que se sienta cómodo y seguro. Todo esto ayudará a que se sienta arropado y relajado y pueda así disfrutar de todo lo que se les ofrece en los campamentos.

Hay algunas situaciones además en las que debemos tener cuidado de no forzar al niño a irse de casa unos días: alguna enfermedad, el nacimiento reciente de un hermano, algún fallecimiento cercano... el niño puede sentirse desplazado o abandonado y entonces el efecto de esta aventura en su personalidad puede ser negativo.