Crisis del PSOE
El modelo territorial en España, ¿federalismo?
Por Luis Lorente
Probablemente sea uno de los mayores desafíos a los que se enfrenta España en la actualidad. A menudo el modelo territorial español es identificado como un modelo que intenta ser federal pero que no llega a serlo. Esta paradoja hay que encuadrarla en el contexto de la transición a la democracia en donde era imperativo que fuerzas políticas diversas alcanzasen un acuerdo. Por ello tenemos una Carta Magna con algunas contradicciones que la actual crisis ha puesto de manifiesto y precisan de reformas.
Algunos académicos y partidos políticos proponen avanzar hacia un modelo federal. Pero, ¿qué supone un sistema federal? Desde luego no supone un modelo en el que una parte puede romper con el todo y secesionarse, como algunas fuerzas nacionalistas afirman. Es un modelo que busca la unidad desde la diversidad, y busca que las regiones, participen activamente del gobierno federal. Esto se podría resumir en una serie de principios:
1. La existencia de un Senado que sea una verdadera cámara territorial. Esto significa que sus funciones deberían cambiarse y se vincularían a lo que derive de la dimensión territorial de la legislación: la legislación básica, leyes de financiación, asuntos de la UE que afecten a las CCAA. Además habría que modificar su estructura y composición hacia un modelo intergubernamental.
2. El principio de lealtad federal entre el Estado y las CCAA, impulsado instrumento de colaboración y cooperación entre administraciones y precisando la responsabilidad respectiva del Estado y de las CCAA con el cumplimiento de las obligaciones derivadas de los Tratados de la UE.
3. La racionalización del sistema de distribución de competencias, delimitando los ámbitos respectivos en las competencias compartidas (estado-CCAA), y enumerando de manera precisa los títulos competenciales de carácter horizontal del Estado.
4. La financiación debe tener como fundamentos constitucionales la autonomía financiera, la solidaridad interterritorial, y los principios de corresponsabilidad, suficiencia, y coordinación.
5. El Estado debe garantizar la igualdad de todos los españoles en sus condiciones básicas de vida y en el acceso de los servicios básicos esenciales.
Es decir, federalismo no significa que cada región hace lo que quiere, sino que las regiones, son una parte del estado, y como tal deben de participar y corresponsabilizarse del ejercicio del gobierno federal.
Quedaría pues la cuestión del reconocimiento de las singularidades. Y podría haber una solución: si el Estado como afirmaba Max Weber es una entidad burocrática y administrativa que ostenta el monopolio de la violencia legítima y los medios de coacción, y la nación se entiende como nación cultural es decir como una comunidad humana con características culturales comunes, podría definirse España como un Estado plurinacional sin que ello afecte al sujeto constituyente que es el conjunto del pueblo español. La propia constitución en su art. 2 reconoce las “nacionalidades históricas”. Es decir, la idea del estatut: “Cataluña, como nacionalidad, ejerce su autogobierno constituida en Comunidad Autónoma de acuerdo con la Constitución y con el presente Estatuto, que es su norma institucional básica.
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