Enríquez: Lo que ha pasado con COPEI es un retrato de la tiranía

“El papel de Zapatero degeneró en un papelón”

“ La democracia cristiana es la antítesis ideológica y ética del comunismo del siglo 21”

“El Estado invasivo, que se mete a banquero, verdulero, operador turístico es un bodrio que debe desaparecer. ”

Por Carlos Navarro Ahicart

Hoy tenemos la oportunidad de entrevistar a Roberto Enríquez, presidente del partido venezolano COPEI, de corte socialcristiano de centro-derecha, y vicepresidente de la Organización Demócrata Cristiana de América (ODCA). COPEI es uno de los múltiples partidos que forman la MUD y lleva desde 1999 ejerciendo de opositor al gobierno de Chávez y, posteriormente, de Maduro.

Buenos días, Roberto. Como presidente de uno de los históricos partidos de Venezuela, ¿cree que la MUD está realizando una buena oposición a Maduro por la que ustedes llevan tanto tiempo luchando?

Hola Carlos; muchas gracias por la oportunidad. La MUD es un instrumento de lucha siempre perfectible pero nunca prescindible. Creo que la Unidad y la MUD como su instrumento político son una expresión inequívoca de madurez política de la oposición venezolana. Yo creo que lo ha hecho bien, la mejor evidencia es la contundente victoria electoral del 06 de diciembre de 2015 en las elecciones parlamentarias. Ciertamente, estamos obligados a revisar nuestra estrategia de lucha, siendo el caso de que los códigos fundamentales del orden democrático han sido despedazados en nuestro país. Tenemos que comenzar por internalizar, si es que aún hay alguien que no lo ha hecho, que en Venezuela no hay democracia; y es a partir de allí, que podemos construir una ruta unitaria y popular para el rescate democrático en Venezuela. Ahora bien; permíteme apuntar algo más: el juicio también debe dirigirse hacia la sociedad democrática internacional, porque allí hay una gran responsabilidad para la reconquista del régimen de libertades en Venezuela.

El partido COPEI tiene un largo recorrido y su guerra abierta contra el chavismo le ha costado algún que otro disgusto. ¿Qué puede decirnos sobre el intento de obstaculización por parte del régimen a las elecciones internas del partido?

Ojalá pudiéramos hablar de “algún que otro disgusto” en el caso de Copei. El asunto es más complejo. Lo de Copei es un retrato de la tiranía. Nuestro partido ha sido sometido a una persecución sistemática por parte del Estado venezolano. A partir del momento en que firmamos el documento de la Transición Democrática junto a Leopoldo López, Antonio Ledezma y María Corina Machado se desató una persecución brutal contra nosotros. Lo mismo le ha ocurrido a los demás firmantes de dicho documento: María Corina defenestrada sin formula de juicio del parlamento; Antonio y Leopoldo están presos. A nosotros nos han atacado desde todos los frentes institucionales del Estado venezolano: en el Poder Electoral (CNE) el Polo Patriótico, alianza oficialista, solicitó nuestra ilegalización como Partido. Desde el Poder Ciudadano, la Fiscalía me apertura averiguación penal acusándome falsamente de subversión. El Poder Ejecutivo a través del ministerio del interior tomó por asalto con colectivos armados todas las sedes de nuestro partido en la capital de la República. Y desde el Poder Judicial nos han dictado siete sentencias, nombrándonos una Junta interventora, sin darnos el derecho a la defensa. La Organización Demócrata Cristiana de América (ODCA) ha sido absolutamente solidaria con nosotros, nos está asistiendo en las instancias internacionales y determinó que lo que le están haciendo a Copei es: “un caso de enmascaramiento de nuevas formas de proscripción de un partido político”. Podríamos decir que en términos legales Copei está proscrito, pero en términos políticos seguimos en pie de lucha. No por gusto somos uno de los pocos partidos con una implantación nacional tan grande que estamos en cada rincón de Venezuela.

¿Cree que el gobierno de Maduro trata de mantener a COPEI intervenido para evitar que pueda volver a encabezar la lucha, como partido precursor de la MUD?

Sin duda. Pero se quedaron con los crespos hechos. No han podido neutralizarnos a pesar de tanta agresión. La democracia cristiana es la antítesis ideológica y ética del comunismo del siglo 21. Creo que por eso nos odian tanto.

Sobre el referéndum revocatorio, ¿cree que va a ser posible realizarlo a pesar de la negativa del régimen y de los obstáculos del CNE?

En Venezuela no hay democracia, insisto. Es por eso que nuestros derechos constitucionales tenemos que parirlos, bregarlos con mucha pasión y firmeza. Algo si te puedo asegurar: el gobierno de Maduro es inviable, su permanencia en el poder es insostenible. Nuestro reto: lograr que la soberanía popular se exprese en el marco de la Constitución para que sean los venezolanos quienes decidan su destino.

Su partido solicitó al CNE que se instalen centros en el exterior para que los venezolanos emigrados puedan votar. ¿Cederán a sus reclamaciones o seguirán bloqueando el proceso tanto tiempo como puedan?

Van a seguir bloqueando. Es su naturaleza. Por ello la lucha popular por una parte, y por la otra, una comunidad internacional resuelta a defender la democracia venezolana, serán determinantes.

Está claro que los negociadores internacionales no están jugando bien su papel. ¿Cuál cree que es su posición al respecto: ayudar a la oposición o respaldar las decisiones del régimen?

No creo que sea el tiempo de negociaciones internacionales sino de resoluciones internacionales que obliguen a que en Venezuela se respete la Constitución. La comunidad internacional no debe anotarse con oposición o gobierno sino ser diligente y contundente cuando la democracia occidental está bajo acoso. En Venezuela ese es el caso, creo que la comunidad internacional debe salir del atajaperros de conflictos de intereses y plantar cara, con sanciones si es necesario, para que en mi país prevalezca la democracia y el derecho del pueblo a sufragar para decidir. Allí está la almendra de este asunto. No se trata de intervencionismo, ese es un discurso hipócrita de los socios del régimen venezolano; se trata de hacer cumplir los convenios subscritos por Venezuela de someterse a las reglas democráticas.

¿Es el ex presidente español José Luis Rodríguez Zapatero uno de estos mediadores alineados con Maduro? Hace poco declaró que la culpa de la retención de Leopoldo López era de la oposición de la MUD.

A la vista está que el papel de Zapatero degeneró en un papelón. Con el tiempo sabremos si fue porque Maduro se burló de Zapatero, o Maduro y Zapatero se burlaron juntos del mundo entero. Eso lo sabremos en poco tiempo.

La crisis económica en Venezuela parece ir a peor a medida que el régimen se vuelve cada vez más hermético. ¿Cuáles cree que son las reformas que se deben acometer para paliar los efectos de esta debacle?

Sin cambio político ninguna política económica dará resultados. El modelo económico socialista fracasó y sus conductores no están en capacidad de dar el viraje. No saben, no pueden y no quieren. Sin confianza la economía no camina. Necesitamos financiamiento con urgencia para cubrir la brecha fiscal y paliar el doloroso drama humano. Y ese financiamiento solo lo puede conseguir un nuevo gobierno con una propuesta económica sensata y moderna. A partir de allí, iniciar las reformas estructurales elementales: ordenar el gasto, promover la empresa privada, repotenciar PDVSA, establecer la paridad bolívar- dólar; o en su defecto dolarizar la economía, y sacudirnos esa terrible política de controles que solo genera desinversión y corrupción. No hay nada que genere más pobreza que la inflación. La inflación venezolana es la más alta del mundo pero es absolutamente reversible. No hay que ser genios, pero tampoco se puede ser brutos. El gobierno venezolano es demasiado bruto.

¿Cree que las acusaciones de Maduro a países como EEUU o España de estar detrás de este “golpe de estado” van a reforzar su posición? O ¿son vistas como delirios propios de una recta final de su mandato?

Visto lo ocurrido en Venezuela, salvo los hermanos Castro, Correa y Evo Morales, el resto del mundo debe inclinarse por la segunda opción.

Sorprende que la mayor parte de la oposición venezolana pertenezca al espectro político socialdemócrata. ¿No cree que es hora de dar paso a recetas liberales que ayuden a estabilizar la situación económica y social del país?

Eso tiene sus antecedentes históricos. Más que recetas creo que debemos construir un sistema económico que promueva la creación de riqueza. Para ello la iniciativa privada es fundamental. Se ha hecho creer que la economía de mercado atenta contra los intereses de los más pobres y es por ello que hay tanta aprehensión de abordar esos temas sin ambages. Los empresarios y los trabajadores deben ser aliados. El Estado invasivo, que se mete a banquero, verdulero, operador turístico es un bodrio que debe desaparecer. La sociedad organizada en la empresa privada (empresarios y trabajadores) deben sentirse libres para generar riqueza, compartirla y disfrutarla. El Estado a garantizar salud, educación, infraestructura y vialidad, presentando políticas macroeconómicas responsables. De eso se trata; es más sencillo de lo que parece. Lo que ocurre es que la retórica panfletaria es enemiga de una economía que genere bienestar.

Muchas gracias por su tiempo, Roberto. Esperamos que continúen luchando por la libertad y los derechos de los venezolanos y todo llegue a buen puerto. Mucha suerte.

Muchas gracias, seguiremos luchando y triunfaremos. No dejen sola a Venezuela.

No lo haremos...