¿Sabe dónde se halla el único yacimiento petrolífero terrestre en España?

Con los precios de la gasolina y los gasóleos por las nubes y la crisis energética que vive nuestro país, una pregunta viene a nuestra cabeza. ¿Por qué somos tan dependientes de estos combustibles y energías? La respuesta es bien sencilla, hubo en su día la posibilidad y sí que se sacó petróleo de distintos puntos de España, pero el pasado año se ponía fin a la extracción del “oro negro”, concretamente en la histórica plataforma de Casablanca, en las costas de Tarragona. No fue la única en el mar, ya que también se hallaron bancos de petróleo, aunque con desigual suerte, en el Golfo de Valencia, en el Golfo de Cádiz, en el Mar Cantábrico o el Valle de Guadalquivir, pero sólo existe un yacimiento petrolífero terrestre en España, y que estuvo operativo a lo largo de 50 años.

Allá por la década de los 60 del pasado año aparecía por primera vez petróleo en España. Un 6 de junio aparece por fin el tan ansiado “oro negro” en el campo de Ayoluengo, en La Lora, un pequeño páramo perteneciente a la localidad burgalesa de Sargentes de la Lora. Enseguida la euforia se desató no solo en la zona sino en toda España. No era para menos, en apenas unos minutos salía a la superficie más de 5.000 litros de petróleo y de excelente calidad.

Pero no será hasta el año 1967 cuando se otorgue la concesión de explotación de hidrocraburos líquidos y gaseosos, de la que se encargó la compañía Amospain (filial de Standar Oil y Texaco). Es la única explotación petrolífera en tierra que ha existido en España hasta la fecha. En febrero de ese mismo año se inicia su explotación comercial y meses después se empieza a trabajar en la instalación de un oleoducto entre Ayoluengo y Quintanilla Escalada.

El nivel de bombeo llegó a finales de la década de los 60 hasta los 5.000 barriles diarios, pero fue decayendo hasta lograr un centenar, en los últimos años, ya con la propiedad a manos de Leni Gas &O Oil. Se estima que a lo largo de las extracciones durante los 50 años en que ha estado operativo este pozo se han sacado alrededor de 18 millones de barriles. Una cifra irrisoria ya que apenas cubre el consumo español que se realiza durante diez días.

Fueron dos los factores que echaron por tierra las ilusiones depositadas en este yacimiento. Por un lado, los análisis del crudo que hicieron que el alto contenido en vanadio del petróleo que impide su destilación y que las prospecciones en puntos prometedores de la provincia confirman que no hay mucho donde rascar. Qu en Burgos no existe ese gran mar de petróleo con los que algunos se frotaban las manos.

Aunque sí que hubo beneficios por parte de las compañías que han estado presentes en el recinto burgalés, lo cierto es que no ha revertido en los pueblos de alrededor, aunque sí que ha dado empleo a algunos de sus moradores. En los tiempos de “bonanza” llegaron a estar empleados alrededor de 400 trabajadores.

Museo del Petróleo

En 2017 acaba el periodo de vigencia para su funcionamiento, y el cierre va acompañado por un Plan de Abandono de sus instalaciones. A raíz de ello, y con el objeto de promocionar la comarca el Ayuntamiento de Sargentes de Lora creaba el Museo del Petróleo, donde además de conocer sus 50 años de historia, transmite conocimientos sobre el “oro negro” a visitantes y escolares e incentiva el turismo de la zona.

Un espacio que se ha convertido también en un referente científico para el conocimiento de la formación geológica de los hidrocarburos, sus técnicas de exploración, detección, explotación y fases de producción, usos y sus derivados.

Bien de Interés Cultural

Recientemente, el Consejo de Gobierno de Castilla y León ha declarado al campo petrolífero de Ayoluengo, como Bien de Interés Cultural con categoría de Conjunto Etnológico. La explotación tuvo una implicación socioeconómica decisiva en la comarca, no sólo a la hora de modelar su paisaje, sino también en el modo de vida de sus habitantes.

Y es que nos encontramos en la actualidad con un conjunto industrial que cuenta con numerosos elementos e instalaciones a resultas de la concesión, como las bombas extractoras o “caballitos”, quedando una docena de las 53 que llegó a tener el campo. Una visita obligada, a las puertas de la Semana Santa, a este trocito de tierra burgalesa que fue denominada en su día la “Oklahoma hispana”, pero que encierra otros recursos turísticos que uno no se debe perder.