Opinión
Una novela
Durante el insoportable y aburrido periodo de encierro de la pandemia, servidor, cansado de pasear al perro y el perro cansado de mí, y de ir a comprar pan, manzanas o lo que se terciase, me dio por escribir una novela a pluma, como lo hago con estos artículos y en hoja de papel de examen de la facultad. Su titulo: “Tu Refugio en el Infierno”.
Marisa, esa mujer fantástica que tengo por secretaria, la pasó a ordenador, le hice las correcciones oportunas y se publicó. En poco tiempo saldrá la segunda edición.
El jueves pasado “la presenté en sociedad”. Es la historia de un policía diferente, marqués, ex-hippie y ex–legionario, que junto a una abogada hispano–colombiana, forjada a sí misma, se ayudan para resolver un crimen que esconde detrás una oscura historia.
La sala de presentación se llenó hasta arriba, tan es así que el próximo día 23 haré una segunda presentación en el Circulo Artístico. No pude tener mejores presentadores el Fiscal Superior de Cataluña, el Excmo. Sr. Don Francisco Bañeres y el gran periodista Santiago Tarín.
Pero faltaron dos personas, uno desgraciadamente lo sabía cuando escribí la novela, mi cuñado, amigo y compañero Juan Carlos Elías, que nos dejó un hueco imborrable hace unos años y que aparece con su nombre y profesión en la novela.
Otra inesperada, un ángel, una magnifica persona que desgraciadamente nos dejó en verano. Ella inspiró a la inspectora Felipa Avedaño. Ella en realidad vino para cuidar a mi familia desde su Bolivia natal y fue una segunda madre para mis hijos.
Su hija Mari preparó un vídeo espléndido sobre mi libro y nos puso la piel de gallina cuando se emitió.
Me ha gustado esto de escribir una novela, pero sobre todo poder rendir homenaje a Juan Carlos y a Felipa. Dos de esas personas a las que uno nunca olvidará.