La venta “on-line”, la batalla diaria para el sector de la alimentación

Hace años que el debate sobre la venta “on-line” de comida estaba sobre la mesa. ¿Funcionaría? ¿O la gente prefería seguir viendo la comida en persona antes de comprarla? ¿Cuántos recursos merecía la pena invertir en la venta por internet de productos de alimentación? El coronavirus ha puesto punto y final al dilema y ha obligado al sector de la alimentación a centrar buena parte de sus recursos en sus páginas web, donde cientos de pedidos se acumulan cada día.

Cada supermercado ha optado por una estrategia distinta. Algunos han bloqueado directamente la venta por internet y te lo llevan a casa solo si acudes al recinto a realizar la compra. En otros tienes que esperar días para poder realizar el pedido. Otros están haciendo de la web su punto principal de venta. En cualquier caso, cada día es un nuevo reto, una nueva batalla, sobre todo para aquellos cuyos ingresos no dependían únicamente de la alimentación, como es el caso de las grandes superficies, y ahora deben aprender a marchas forzadas.

“En quince días hemos aprendido más que en diez años”, apuntan desde una de ellas. “Cada día vamos apagando fuegos, intentando que todo el mundo reciba su pedido, pero la logística llega hasta donde llega”, señalan.

Ayudas públicas

Al contrario de lo que ha hecho el pequeño comercio valenciano, a través de su patronal Confecomerç, que ha reclamado las ayudas públicas de forma inmediata para paliar la grave crisis económica provocada por el coronavirus, desde la patronal de las grandes superficies, Anged, apuntan que ahora no están sacando cuentas. “¿Para qué vamos a pedir ayudas ahora si aún no sabemos las pérdidas que vamos a tener?”, señala el portavoz de Anged en la Comunitat Valenciana, Joaquín Cerveró. “Ahora vamos ganando batallas, cuando acabe la guerra ya sacaremos cuentas”, apunta.